Llega un momento en la vida en el que te detienes a pensar en todo lo que has hecho hasta entonces. Evalúas cómo ha sido tu desempeño y si el rumbo que has tomado es el que quieres seguir manteniendo. No solo a nivel profesional, sino a nivel personal, pues finalmente todas esas experiencias van forjando tu forma de ser. A veces tienes pensado hacer algo pero te surge el miedo y te detienes. Sin embargo, debes saber que estar viva se trata de tomar riesgos en la vida para adquirir nuevas vivencias.
El miedo es algo natural
Reaccionamos con esta sensación ante todo lo desconocido, pero de nosotras depende mantenerlo o soltarlo e intentar otras experiencias. No hay que olvidar que el miedo es parte de las emociones que nos acompañarán toda la vida y no podemos evitarlas. Lo que sí podemos hacer es enfrentarlas positivamente para que no afecten nuestra vida en general.
¡Estar viva es lo mejor!
Cuando te decides a vivir realmente, empiezas a ver tu entorno de un modo diferente. Despiertas y notas un brillo distinto en todo lo que te rodea. Tu mentalidad se vuelve más optimista y una tranquilidad inmensa invade tu cuerpo. Te sientes afortunada por estar rodeada de la gente que te quiere y de lo que logras poco a poco con tu esfuerzo y dedicación. Entiendes que la mejor actitud para enfrentar la vida es la fortaleza en lugar del miedo. Los sentimientos negativos son innecesarios y optas por la felicidad.
Aquí y ahora
Comienzas a vivir el presente, ya no tienes prisa por saber lo que el destino tiene deparado para ti. Dejas de mirar al pasado, pues ya no tiene nada que ofrecerte y te enfocas en el aquí y ahora. Le sonríes a cada nuevo día y agradeces estar viva, pues es lo mejor.