¿Te has preguntado cuántas veces has dicho que sí para hacer algo o acompañar a alguien cuando en realidad no lo deseas? Seguramente que han sido miles de veces, y no te juzgo, porque yo también lo he hecho.
No saber amarte te perjudica más de lo que imaginas
Si desde pequeña tuviste complejo de sentirte menos que los demás, ahí comenzó el error. Muchas veces te comparaste con todas las chicas de tu clase o con tus vecinas. Te preguntabas por qué ellas eran populares o más bonitas que tú. Tal vez no hayan sido mejores que tú o más lindas, más bien tú no te dabas cuenta de la maravillosa persona que eres y eso te fue hundiendo poco a poco. Tu autoestima quedó por los suelos y no te percataste de ello.
Llegó un punto en el que permitiste que los demás te trataran como se les dio la gana y te conformaste con eso porque creíste que estaba bien. Incluso, te expusiste a situaciones dañinas con tal de sentirte parte de un grupo que obviamente no te aportaba nada bueno a tu vida.
Hasta te relacionaste con personas tóxicas que en vez de ayudarte a salir adelante te hundían más. Lo aceptaste porque creíste que no merecías algo mejor. Lo peor es que te acostumbraste a esa forma de vida. Te alejaste de la gente que te quiere de verdad porque te hicieron creer que no merecías un buen amor.
Amarte es algo que debes hacer por encima de todo
Afortunadamente, después de haber sido dura contigo en muchas ocasiones y no perdonarte por lo que sucedía, llegó un momento en el que te reencontraste contigo misma. Redescubriste tu esencia y te diste cuenta de la gran mujer que eres y de lo que mereces en realidad. Decidiste darle un giro radical a tu vida y comenzar de nuevo, pero ahora sí, dándote el valor que mereces.
¡Ámate y valórate siempre!