Cuando una mujer embarazada da a luz, inicia una nueva etapa en su vida, conocida como posparto. Esta etapa es de transición y sirve para que la madre y su bebé formen una relación de apego. Sin embargo, el posparto afecta a muchas mujeres de manera negativa.
Una etapa de adaptación y aprendizaje
Según las películas, la llegada de un bebé es color de rosa. Todo perfecto, sin problemas y con la mejor adaptación desde el primer momento. La realidad es otra, pues el posparto es un periodo complicado que puede durar semanas, meses o un año. Al principio es un verdadero caos porque tanto la mamá como el bebé están desorientados el uno con el otro.
El embarazo es otro asunto
Muchas mujeres se preparan desde el embarazo para que todo salga bien. Quizá tú también. Leen, se informan, van a cursos o toman en cuenta la opinión de amigas y familiares. Sin embargo, la realidad es diferente y a veces sobrepasa lo que imaginaste. Cuando ves a tu bebé sabes que todo está bien, pero también te invaden sentimientos de miedo, dudas o incertidumbre.
No dejes que el posparto te afecte
Como buenas nuevas mamás, sentimos que podemos hacer todo sin ayuda de nadie. Eso es lo peor que podemos pensar, pues finalmente todos necesitamos apoyo. Deja de lado el orgullo o el ego y acepta toda la ayuda que sea posible. Los primeros meses son los más complicados por ser un período de adaptación. Si no aceptas ayuda, poco a poco sentirás que te hundes en un barco que tú misma quisiste que se hundiera.
Evita…
- Ignorar tus sentimientos. Habrá momentos en los que te sientas super bien y luego no. Es normal que tengas una montaña rusa de emociones, pues las hormonas están desequilibradas. Platica, sal, no te encierres en tu mundo porque eso sería dañino para ti y te hará entrar en un estado de depresión.
- Olvidar las instrucciones de tu médico. Después del parto es recomendable que esperes un poco antes de tener sexo nuevamente. También podrías sentirte rara con tu cuerpo, pues se ve y siente diferente a cuando estabas embarazada. No quieras ponerte a hacer alguna actividad física sin la autorización previa de tu médico.
- Dejar la comida. Es super importante que comas bien para que te recuperes lo más pronto posible.
- Quedarte aislada en casa. Es normal que te sientas cansada y quieras solo dormir. Descansa, sí, pero también sal con tus amigos. Incluso puedes salir sola con tu bebé a dar una caminata, verás que eso te sienta muy bien.
- Dormir poco. El descanso también es muy importante para que te recuperes lo más pronto posible.