Historias de mujeres en el ginecólogo, no sabrás si reír o llorar

Todas en algún momento tenemos que acudir con el ginecólogo para saber nuestro estado de salud. Sin embargo, algunas mujeres en el ginecólogo han tenido experiencias bastante graciosas o incómodas. Estoy casi segura que tú también tienes algo que contar sobre una ida con el doc. Lee estas experiencias y cuéntame si la que tienes tú es mejor o peor que las de este artículo.

Doctor policía

“Al ir con el primer ginecólogo, le pedí que me colocara un DIU. Él me dijo que no me lo pondría hasta que no supiera que la relación en la que estaba era algo formal y monógamo. ¿Qué diablos le pasa? Además, como también era médico de mi madre, cada vez que iba me preguntaba si me estaba portando bien. Lo peor es que no sólo me lo preguntaba a mí, sino también a mi madre. Obviamente eso me incomodó tanto, que opté por cambiar de médico. Ahora me siento muy cómoda con el médico que me revisa.”

Médico practicante

“Acudí a mi consulta como cada año, pero mi doctor no estaba presente. Había salido a un congreso. Me asignaron a una doctora practicante. Todo iba bien hasta que me preguntó si no me importaba que Charlie se uniera a la revisión. Cuando me dijo eso, volteé a verla y me di cuenta que Charlie era un perro. Obviamente me sentía extraña de ver que mis partes eran expuestas ante un perro. Pasó la revisión, pero no regresé a ese consultorio.”

Soy muy sensible

“Desde que había empezado a tener relaciones, cada encuentro siempre había sido doloroso. El problema es que no sólo el sexo lo era. También cada visita al ginecólogo era un momento de sufrimiento. Una ocasión, mi doctor de cabecera no estaba y me tuvo que revisar otra doctora. Parecía que tenía prisa por hacer la revisión y sin aviso ni nada, me metió el espéculo. Comencé a llorar y me dijo que dejara de comportarme de manera infantil. Ella no logró entender que yo sentía mucho dolor. Después de eso, cada vez que me tocaba ir al médico, me aseguraba de que estuviera mi doctor. Sino, mejor no iba.