Cómo preparar a tu mascota para la llegada de un bebé a casa

A diferencia de lo que muchas personas piensan, la convivencia entre bebés y mascotas puede resultar benéfico para los niños. Criarse con animales les ayuda a minimizar el riesgo de padecer asma u otras enfermedades y lo mejor es que desde pequeños aprenden a respetar otras vidas y poder compartir grandes momentos con ellos. Es importante que si ya tienes una mascota y va a llegar un bebé a la casa, tomes algunas cuestiones en consideración para preparar a tu mascota para este gran momento. Eso sí, jamás pienses en deshacerte de tu mascota, no lo hagas por favor.

Durante el embarazo

Sin duda, la llegada del bebé cambiará la vida de todos los que compartirán el hogar con él. La gran noticia es que los animalitos son super nobles y una vez que ellos sientan que estás esperando un bebé, te mimarán más de lo que imaginas y te protegerán. Además, todo ese amor también se lo demostrarán a tu bebé aunque esté dentro de ti. Eso sí, si tu mascota tiene alguna cuestión específica, sería bueno que trabajaras de la mano de un especialista para que ni tu mascota ni el bebé sientan el cambio.

Repartición de labores

Es un hecho que en cuanto nazca el bebé, algunas de sus actividades cambiarán temporalmente o tendrán que reajustarse. Lo mejor es que te organices con quien vivas para que tu mascota sea la menos afectada. Recuerda que ellos tienen muy marcados sus horarios y lo mejor es no afectarlos en la medida de lo posible. Si sacan a pasear a tu mascota todos los días, asegúrense que aún después de la llegada del bebé, la mascota podrá seguir saliendo. No olviden prestarle atención y dejen que conozca al bebé para que empiecen a formar su vínculo afectivo.

Un espacio para cada uno

Así como estás pensando en destinar un espacio específico para tu bebé, también hazlo para tu mascota. Así el tendrá su propio sitio para relajarse, descansar o comer sin sentirse abrumado por todo el movimiento que habrá. Entre más pronto lo hagas, será mejor para tu mascota y para ti.

Luego de que nazca…

  • Muéstrale su ropa y deja que la huela para que reconozca su olor.
  • Deja que lo observe.
  • Permite que lo escuche llorar o reírse o hacer ruiditos que sepa que son propios de él.