Estas son las razones por las que deberías dejar de fijarte un “peso ideal”

Es una idea excelente que decidas cuidar tu cuerpo más. Con frecuencia pensamos que eso significa alcanzar nuestro peso ideal. Este se calcula tomando en consideración nuestra estatura y complexión. Sin embargo en estos tiempos en los que muchas optamos por la vida fit, alcanzar este peso ideal no es una regla de oro.

Por qué no tienes que obsesionarte con un peso ideal

El peso ideal comprende considerar músculo, hueso, agua, órganos y otros aspectos. El peso ideal puede cambiar radicalmente de una persona a otra. No es el mismo para alguien de huesos anchos que está ganando músculo que para alguien de huesos finos, aunque la estatura sea igual. El ejercicio y la dieta son necesarios para perder peso. Sin embargo, estar obsesionada con los kilos de más no es lo mejor para conseguir tus objetivos. Si lo que realmente buscas es bajar de peso para mejorar tu salud, te cuento cómo hacerlo más rápido y de forma más efectiva.

Mente calmada y cuerpo saludable

 

 

Recuerda que puedes bajar cuantos kilos quieras siempre que no afecte tu salud. Bajar de peso en la báscula es importante, pero no tanto como cambiar tus hábitos alimenticios. También es esencial incluir ejercicio. Se siente padrísimo entrar en ese vestido nuevo de una talla más baja. Pero, ¿sabes qué se siente mejor? Subir las escaleras sin que el corazón se te acelere y te quedes sin aliento. Mantén tu mente en calma, sin obsesionarte. Da pasos chiquitos y sé constante en todo lo que haces.

Las ventajas de cambiar de hábitos

Cuando cambias de hábitos no solo bajas de peso, también obtienes un cuerpo más sano y funcional. Hacer ejercicio y bajar de peso puede ayudar a reducir la ansiedad. De igual modo, evita el estrés y la posibilidad de caer en depresión. Sobre todo, te ayuda a estar sana y feliz. Deja de enfocarte en un número, mejor enfócate en cómo te sientes. En lo fuerte que estás, en llegar a casa y prepararte la cena. Esfuérzate por caminar 2 km y mañana un poco más.

Estar tan pendiente de tus kilos no es tan saludable como parece. De hecho, es preferible dedicar ese esfuerzo y energía en alcanzar metas que te hagan cambiar tu día a día. Comer bien y hacer ejercicio siempre harán la diferencia.