Los hermanos son esos compañeros de aventura que nos demuestran su apoyo en todo momento. Ser la hermana menor de alguien es una de las mejores casualidades. Es nacer con una amiga para toda la vida. Y si eres la hermana menor, tiene ventajas extras.
Siempre sales librada
Nunca tienes la culpa de nada, cuando algo se rompe o pierde, no te van a culpar. La más pequeña de la casa, por supuesto que es incapaz de cometer alguna travesura.
Cuentas con un banco de información sobre tus padres
Tu hermana mayor se ha encargado de recabar información acerca de tus padres. Sabes qué cosas les molestan, e incluso qué debes hacer para conseguir lo que quieres. Toda esa información es útil y te simplifica la vida.
Tienes a la mejor consejera de moda
Tu hermana no solo te aconsejera qué ponerte y qué no, además tendrás acceso a su armario. Sabes que puedes contar con ella para cualquier emergencia de moda y tienes plena confianza en su gusto.
Nunca recibes un “no”
Nunca recibes un “no”: Seguramente tus hermanos mayores tenían más reglas que cumplir cuando crecieron en casa, Sin embargo tú, como la hermana menor de la familia, eres libre de hacer lo que más te guste. Es decir, ya tus padres te brindan la confianza para tomar tus propias decisiones desde muy corta edad.
Eres la más divertida
La ciencia lo avala, eres la hermana más divertida por ser la menor.
Siempre tendrás alguien que te cuide y proteja
Tu hermana mayor siempre estará a tu lado para defenderte y te hará sentir especial en todo momento. Contarás con su apoyo incondicional de por vida.
Definitivamente, nunca te sentirás sola. Así que tú que tienes la suerte de tener una hermana mayor, no olvides agradecerle lo mucho que ha hecho por ti.
