Claro que todas podemos cambiar la talla de nuestra falda a lo largo de nuestra vida, ¡es normal! Sin embargo, un estudio revela que ciertos tipos de cambio bajo condiciones específicas pueden indicar que corres un riesgo significativo de padecer cáncer de mama.
¿Por qué la talla de falda?
Debes recordar que los tumores de cáncer de mama aumentan su tamaño debido a los niveles elevados de estrógeno. Por eso quienes tienen esta enfermedad o un riesgo significativo de desarrollarla no consumen pastillas anticonceptivas. La grasa corporal que se acumula alrededor de la cintura es mucho más dañina que la de cualquier otra parte del cuerpo. Lo que pasa es que esta grasa es más activa metabólicamente por lo que aumenta los niveles de estrógeno.
Los resultados del estudio
El estudio concluyó que las mujeres que aumentan una talla de falda entre los 20 y 60 años tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama después de la menopausia. Ahora bien, si aumentas una talla durante los primeros 10 años después de cumplir 25, incrementarás tu riesgo de padecer cáncer de seno en 33%. Si en el mismo periodo aumentas dos tallas, incrementarás tu riesgo en 77%. El estudio reveló que las mujeres que aumentan una talla de falda entre los 25 y 35 años aumentarán su riesgo de padecer cáncer de mama después de la menopausia de 1 en 61 a 1 en 51.
¿Cómo prevenir el cáncer de mama a lo largo de tu vida?
Si no quieres desarrollar tumores, lo mejor es llevar una vida saludable. Si sigues una dieta equilibrada y llevas una vida activa practicando ejercicio constantemente, podrás mantenerte saludable. No me refiero a pasar la vida a dieta estricta. De hecho, dieta es todo lo que ingieres. No, más bien a comer sano y balancear tus porciones para que no aumentes tu talla de falda. Además, te ayudará moderar tu ingesta de alcohol y evitar a toda costa el tabaco.
