Aunque no lo creas, pasar mucho tiempo sentado y vivir una vida sedentaria es más dañino para tu salud ¡que fumar! Afortunadamente, existe un antídoto al alcance de todos: caminar. Conoce cómo una simple caminata diaria puede impactar positivamente en tu vida.
Fortalece tu corazón

Caminar regularmente reduce el riesgo de padecimientos del corazón e infartos. Una caminata es muy buen ejercicio cardiovascular, ayuda reduce los niveles de colesterol en la sangre. Además, una enérgica caminata de 30 minutos al día ayuda a prevenir y a controlar la presión arterial elevada. Esto reduce 27% el riesgo de sufrir un infarto.
Reduce el riesgo de sufrir diabetes y cáncer

Caminar regularmente disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo dos en 60%. Así mismo, reduce la posibilidad de desarrollar cáncer de colon, seno y útero.
Te ayuda a perder peso

Caminar 30 minutos a buena velocidad te hace quemar hasta 150 calorías. Si estás buscando perder unos kilitos, una caminata diaria puede ser la respuesta.
Caminar previene la demencia

Las personas mayores que caminan nueve kilómetros o más a la semana previenen el encojimiento del cerebro y preservan su memoria con el paso del tiempo.
Tonifica piernas, glúteos y abdomen

Caminar tonifica los músculos de las piernas, y es aún más efectivo hacerlo cuesta arriba. Si prestas atención a tu postura y a los movimientos de las piernas, también ejercitarás tu abdomen y cintura.
Te da energía

Una caminata vigorosa te dará más energía durante el día. Aumenta la circulación e incrementa el oxígeno hacia las células del cuerpo. Esto ayuda a que te sientas más alerta y viva. Puedes salir a caminar después de la comida para darte ese empujón que necesitas para el resto del día.
Caminar te hace más feliz

Cuando caminamos liberamos endorfinas que nos hacen sentir bien y reducen el estrés y la ansiedad. Esto ayuda a contrarrestar depresiones leves y moderadas. Así que si buscas salud mental y sentirte mejor que nunca, sal a caminar todos los días.