Hay diferentes tipos de sales para cocinar y cada una tiene un efecto en nuestro organismo. Muchas no sabemos cuál es la mejor para preparar nuestros alimentos. La sal de mar y la sal procesada son diferentes en su composición, aunque en cuanto a sabor sean igual.
Lo que debes saber de la sal procesada
La sal procesada es, en su mayoría, cloruro de sodio y para su creación esta pasa por procesos de limpieza a grandes temperaturas. Además, las sales de yodo, que son menos dañinas para nuestro cuerpo, son removidas durante el proceso industrial de refinamiento.
Las desventajas que presenta la sal procesada
A la sal procesada se le agregan químicos. Esos sirven para blanquearla y mantenerla seca. Al atravesar estos distintos procesos industriales también pierde sus propiedades y nutrientes, por lo que no proporciona un beneficio para tu organismo. Las sales procesadas se encuentran en alimentos empaquetados y enlatados, además de que se suele usar más para poder aderezar la comida.
La sal de mar y sus beneficios
La sal de mar es un producto natural, tiene propiedades que ayudan la absorción de los alimentos. Ayuda a regular tu pH, evita calambres y la osteoporosis. La sal de mar contiene altos nutrientes necesarios para tu organismo. Además, para salar necesitas menos y puedes consumirla de manera moderada sin que te genere algún problema de salud.
Otra opción: sal del Himalaya
Esta sal presenta los mismo beneficios y ventajas que la sal de mar. Solo que esta tiene más nutrientes. La sal del Himalaya se caracteriza por su color rosa pálido. Esta sal contribuye a mantener una buena masa muscular y fuerza. Además, te ayuda a regular las funciones del sueño y a un mejor funcionamiento de las células cerebrales.
¿Ya decidiste cuál es la que mantendrás en tu dieta?