Es un poco extraño escuchar que “tu estilo de vida te está engordando”. Vivimos en un mundo que se encuentra en constante cambio. El día de hoy muchas personas están despertando. Me refiero a que algunos nos hemos dado cuenta de que el ritmo al que vivíamos hace unos años tiene que cambiar.
¿Por qué tu estilo de vida engorda?
Todos sabemos que vivimos en constante estrés. Todo el tiempo hay un lugar al que llegar, una persona a la cual contestarle el último mail o Whats. La forma en la que vives tu vida te está engordando. La mayor parte del tiempo estás sentada y a veces, para despertarte, en vez de salir a dar una vuelta prefieres tomar un café acompañado de una golosina. Lamentablemente, si tu estilo de vida te está engordando, eres la única culpable de que eso ocurra. Pues cada día tomas la decisión de seguir tu insufrible rutina. ¿Sabes?, existe una buena forma de darle la vuelta.
Toma decisiones en beneficio de tu salud mental, física y emocional
Algunas personas siguen sin entender que pueden elegir dónde trabajar, cuánto tiempo hacerlo, qué comer... Esa mentalidad en la que el trabajo debería consumir 90% del día poco a poco va quedando atrás. Comienza a tomar decisiones. Nadie te está obligando a ingerir esa dona o a permanecer toda la jornada laboral sin moverte. Es tiempo de hacer algo por ti, si tú no lo haces nadie lo hará.
Acciones sencillas que detendrán este proceso
- Muévete. No importa si haces solo 10 minutos de ejercicio al día. Mejor ejercitarte 10 minutos a no hacer nada.
- Salta en las escaleras de tu casa. Es una solución super sencilla para activar tu circulación mientras subes las escaleras.
- Lleva una botella de agua a todos lados. Cargar el peso de la botella te hará recordar que debes tomar un poco más.
- Levántate cada 20 minutos de tu lugar. Ve al baño aunque solo sea a estirarte. O bien haz ejercicios en tu silla de trabajo.
- No dejes que sean tus emociones las que coman. Come lo necesario, disfrútalo y evita tocar la comida cuando estás ansiosa. Mejor toma agua.
- Date un tiempo. Unas horas a la semana para hacer otra cosa que no sean tus responsabilidades. Una mente estresada no duerme y come de más. Pero si le das a tu cuerpo un incentivo para sentirse bien haciendo algo que le gusta, aunque no sea algo físico, le dará otro sentido a tu vida.
Finalmente, no olvides que tienes que ser feliz. Los días sin felicidad son un desperdicio. Ponte las pilas y deja de pensar en el mañana. Si no lo haces hoy, mañana seguro lo olvidas.