Comer es una necesidad. Por supuesto que la comida es más que eso, es un elemento primordial en los eventos sociales, en el break del día y muchas veces el consuelo de algunas personas. La realidad es que hay varias formas de determinar tu relación con la comida, ya que esta puede darnos momentos de placer y algunos otros de tormento.
Mi relación con la comida es…
La relación que tienes con los alimentos que consumes a diario tiene mucho que ver con la forma en la que te enseñaron a hacerlo de niña. Comer no es solo llevar comida a tu boca, realmente tiene una carga emocional y psicológica. Existen personas que tienen una muy mala relación con la comida. ¿Quieres saber como es la tuya?
¡Buena!
Para ti la comida es una delicia, amas cocinar o que te cocinen. Te gusta reconocer los olores y sabores nuevos. Realmente crees que la comida esta para disfrutarse. Por ningún motivo la tomas como consuelo o como algo malo. Te enseñaron a comer por porciones o respetar la cantidad adecuada de comida, por eso nunca has sufrido de ansiedad al comer. Prefieres llevar una vida balanceada pero también disfrutar de lo que la vida nos da. Comer para ti es un placer.
Regular
Una constante pelea se da en tu caso con la comida. Es una batalla interna en la que no sabes si deberías o no comer. Los pensamientos más recurrentes en tu mente son en torno a si realmente estarás comiendo saludable. Todos los alimentos que te ayuden a bajar de peso son bienvenidos, y aunque no eres tan extremista procuras ingerir pequeñas porciones. Eres la mujer constantemente a dieta y buscas que tus platillos sean lo más saludable posible.
Mala
La comida te obsesiona. A menudo sueles consolarte con ella, pareciese que siempre tienes hambre o, al menos, eso crees. Sufres ansiedad cuando de alimento se trata. Para ti la comida es algo sumamente emocional. Es probable que varias personas te hayan comentado que debes tener cuidado, pues vuelcas toda tu emoción al comer. Esto te genera sentimientos de culpa y más problemas.
Tener una mala relación con los alimentos no significa que no puedas mejorar. Al contrario, busca ayuda y empieza a trabajar en ello. La comida está para disfrutarse y no tiene que ser motivo de remordimiento.