¿Te ha pasado? Acabas de comer una comida fuerte y a los cinco minutos te empieza a dar hambre. Es como si no estuvieras satisfecha nunca… ¿Qué es lo que está pasando?
Resulta que hay alimentos que engañan a nuestros sentidos. Hay algunos ingredientes en nuestra comida que pueden causar este efecto de hambre tras cinco minutos de haber ingerido una comida completa. De esta forma nuestro cuerpo no reconoce cuando hay saciedad; además, pueden llegar a afectar nuestros niveles hormonales haciendo que este problema se presente frecuentemente.
Beber refrescos
Las gaseosas, tés helados y toda bebida azucarada contienen jarabe de maíz. Este producto tiene fructosa. Tal sustancia puede engañar a nuestro cerebro y generar sensación de hambre aun cuando estamos satisfechas. Esto se debe a que impide que nuestro cuerpo use la leptina (la hormona de la saciedad). De hecho, sin esta hormona nuestro cerebro sigue pidiendo más y más comida.
Comer mucha comida procesada
La mayor parte de las comidas enlatadas contienen sustancias químicas bastante cuestionables. Una de ellas es el BPA o Bisfenol A. Esta causa cambios hormonales, especialmente en la leptina. Esto hace que tu sistema de saciedad no funcione, entonces sientes deseos de comer lo cual puede llevarte a la obesidad.
No beber suficiente agua
Sentir mucha hambre a veces no es por falta de comida, sino de agua. El cerebro manda la misma señal para el hambre y la deshidratación. Si no has tomando ni una gota de agua quizá no tengas hambre, sino sed.
No comer bien en el desayuno
Se ha comprobado que quienes no ingieren un buen desayuno sienten más hambre durante el día. Ingerir un desayuno completo y equilibrado produce menos picos de glucosa en la sangre durante la jornada, lo que deriva en menos antojos.
Una solución rápida a tus problemas
Come más ensaladas: las que están preparadas con hojas verdes tienen un alto contenido de vitamina K. Esta regula la insulina y ayuda a controlar los antojos. Las mejores fuentes son la lechuga romana, espinaca, col, acelgas y achicoria.
Bebe café
Toma una taza de té negro: Contiene polifenoles, que impiden que te dé hambre de nuevo. Regula la presencia de insulina en la sangre y es una gran opción natural para no comer de más.