Hace años, las mujeres recurrían a los laxantes para perder peso. Era una tendencia super famosa, que consistía en sólo consumir laxantes durante todo el día. Sabemos que estos productos ayudan a despejar los intestinos cuando tenemos problemas de estreñimiento. Luego de usarlos, ¿cómo se siente el cuerpo? Te sientes más cómoda, más liviana, más delgada. Fue por eso que pensaron que era un grandioso aliado para deshacerte de esos kilitos de más. Pero, ¿realmente funcionan?
Laxantes para perder peso, sí o no
La gastroenteróloga Neilanjan Nandi, asegura que estos productos son la peor opción a la que podemos recurrir si queremos perder peso. Además de no ser nada efectivos, no son nada seguros. Sólo estarías poniendo en riesgo tu salud al usarlos. Cuando se usan los laxantes, no se queman calorías, tampoco se elimina grasa. La “pérdida de peso” es ficticia y temporal. Si pretendes usar laxantes para perder peso, lo único que sí vas a perder es agua, pero no grasa.
Puedes sufrir deshidratación
Usar estos productos te pone en peligro de sufrir deshidratación y desequilibrio de electrolitos. A la larga, se convierten en un dolores de cabeza, presión arterial baja y fatiga. De no tratar el problema a tiempo, podrías terminar en el hospital. Recuerda que el agua y la hidratación son básicas para que el corazón, los músculos y las células trabajen de manera correcta. Si eso fuera poco, también malacostumbras a tu organismo a que los medicamentos hagan el trabajo pesado. Los intestinos dejarán de moverse porque saben que hay alguien más para hacerlo. ¿Qué pasará? Tendrás más problemas de estreñimiento. Por lo tanto, lo más recomendable para las personas que tienen problemas de estreñimiento son los ablandadores de heces, no los laxantes. El ablandador es menos agresivo que un laxante. Aunque claro, siempre será mejor recurrir a lo natural. Si tomas suficiente agua día con día, comes de manera adecuada y haces alguna actividad física, no tendrías por qué padecer.