Despídete de los refrescos, haz la prueba y conoce los beneficios

¿No te pasa que no entiendes las cosas hasta que las vives? A veces, se te hace fácil no seguir las indicaciones de los doctores y sigues aferrada a tus hábitos malos. Nos cegamos tanto, que no queremos ver la realidad. No existe la conciencia, te empeñas en seguir mal y a no modificar ciertos aspectos que solo afectan nuestra vida. Esto me pasó a mí. No me bastaron varias visitas al doctor para entender el gran daño que me estaba causando el refresco, hasta que llegué al hospital.

El gran riesgo de consumir refresco

Dicen por ahí, mientras comas de todo un poco no habrá problema, solo no te vayas a los excesos. Pues bueno, descarto por completo esta frase. El refresco no beneficia en nada a la salud. Las personas que lo consumen no entienden el gran daño que les causa. Lo peor es que saben que es nocivo y lo siguen comprando. Está comprobado que se consume más las gaseosa que le agua. ¿Puedes creerlo? El problema es que no lo quieren dejar y es normal, es una bebida adictiva que contiene altos niveles de azúcar, colorantes y quién sabe qué más.

¡Adiós, refrescos; hola, agua! 

Mi falta de amor propio me cegó para no ver el daño que me estaba causando. La visita al hospital fue la solución al problema, estaba dañando a mis riñones. Recuerdo que no podía ni recostarme por la inflamación que tenía en cada riñón y todo por no beber agua y darle preferencia a las gaseosas. Entre medicamentos, salí del hospital. Claro después de varias semanas, pero tan mal me sentí que puse punto final al refresco. Me costó demasiado trabajo porque la tentación estaba siempre presente. La publicidad me atacaba y, peor aún, en las reuniones y fiestas también. Mi familia se solidarizó y dejaron de comprar refrescos. En cuestión de semanas mi piel lucía diferente, mi vientre se desinflamó, empece a bajar de peso muy rápido y el cansancio desapareció.

¡Ten conciencia! 

Una vez que deje de beber gaseosas y note muchísimos cambios beneficiosos. ¿Tú crees que volveré a lo mismo? Lamentablemente, nunca entendemos hasta que pasa algo malo, pero aprendí y lo dejé por completo. Contagié mi iniciativa y en mi familia nadie los consume, cambiamos el refresco por el agua. Si buscas cambios en tu físico te recomiendo que digas “¡adiós!” a los refrescos. No creerás los cambios tan buenos. Cuesta trabajo, pero tampoco es imposible, es cuestión de voluntad. Antes de tomar un trago de refresco piensa si realmente te ayuda a estar saludable.
Hoy, puedo decirte que llevo más de 6 años sin tomar una gota de refresco y soy la persona más orgullosa de sí misma.