¿Quién dijo que solo se puede bajar de peso durante el día? En la noche también es posible, mientras estás dormida tu cuerpo sigue trabajando para quemar las calorías que has consumido. Tan solo debes seguir estos sencillos hábitos para que bajar de peso sea más fácil y rápido.
No cenes demasiado tarde
Para empezar, no deberías cenar algo muy pesado ni menos media hora antes de dormirte. Las cenas deben ser ligeras, ya sabes, como dos rebanadas de pan tostado, un tazón de fruta con una taza de té. ¿Por qué? Por que tu metabolismo se vuelve más lento mientras duermes y si cenas demasiado tarde no le estás dando chance a tu cuerpo de hacer el proceso de digestión. Lo recomendable es hacerlo al menos tres horas antes y recuerda ¡algo ligero! De hecho, por si no lo sabías debes consumir más alimentos durante el desayuno y la comida para dejar poco espacio para la cena.
Toma una infusión antes de dormir
Las infusiones son buenísimas para propiciar el sueño, relajarte y bajar de peso porque calman el apetito. Yo te recomiendo mi favorita, la de manzanilla que es la más conocida de todas. Por otra parte, es buenísima para calmar los dolores estomacales. Si tuviste un día super estresado y solo quieres llegar a dormir, toma una infusión de lavanda antes de hacerlo. La lavanda es muy popular por sus propiedades relajantes.
Mantén tu cuarto oscuro
Parece una locura difícil de creer pero mantener al menos una luz prendida de tu habitación frena la producción de melatonina. Esta es una hormona que se encarga de inducirte al descanso. Así que este truco para bajar de peso es muy sencillo ¡solo apaga todas las luces! Esto incluye dejar el celular por un lado. Además un gran beneficio de este truco es que te despertarás de buen humor.
Haz actividad física
Bueno, no es bueno hacerlo antes de dormir así que ni lo intentes. Con hacer actividad física me refiero a que todos los días, o al menos tres días de la semana, practiques algún deporte o salgas a correr. El punto es que para bajar de peso mucho más rápido es recomendable mantener el cuerpo en movimiento lo más posible y no caer en el sedentarismo. Toma una ducha antes de irte a dormir, disfruta de una deliciosa infusión y relájate. Tu cuerpo seguirá quemando calorías mientras duermes gracias a la actividad física que hiciste más temprano.
