Creemos que al elegir ensalada sobre otros alimentos más grasosos y aparentemente menos saludables, estamos haciendo la elección correcta. Sin embargo, hay varios errores que puedes estar cometiendo al aderezar y complementar tu ensalada. Aquí una lista de porciones e ingredientes de los que tienes que tener cuidado la siguiente vez que elijas este saludable platillo.
Alimentos fritos
El pollo rebosado, el tocino, los champiñones fritos, etc. siguen siendo igual de poco saludables en tu ensalada. Si te interesa la cantidad de calorías, este tipo de preparación puede contar ¡hasta la mitad de calorías que debes consumir en todo el día!
Una alternativa más saludable para agregar proteína a tu ensalada es el pollo asado. También puedes probar con huevo hervido, lentejas o salmón. Estos alimentos te aportarán proteína y grasas saludables para tu cuerpo.
Demasiado queso
Una forma muy común de sabotear una rica y saludable ensalada es sobrecargándola de quesos grasosos. Si te gusta añadir mucho queso cheddar, brie o provolone a tu ensalada, estás agregando muchísimo sodio y colesterol a un platillo que debería ser sano y ligero. No malentiendas, el queso es una buena forma de aportar proteína a tu ensalada, por eso mejor opta por los más sanos, como el feta o el mozzarella. De igual manera, debes tener cuidado con las porciones. En caso de que intentes eliminar los lácteos o quieras reducir los lácteos de tu dieta, puedes agregar otros ingredientes cremosos, como el aguacate.
Aderezo cremoso
Si estás acostumbrada a prepararte una ensalada super saludable y después la bañas de aderezo cremoso, temo decirte que estás arruinando tu platillo. Además de agregarle calorías excesivas, estás añadiendo sodio y grasas trans. Mejor opta por aderezar con aceite de oliva y vinagre, pero sin exagerar. Si buscas una consistencia más cremosa, puedes hacer un aderezo con aguacate, limón y hierbas aromáticas.
Crutones y tiritas de tortilla
Los crutones comprados en el supermercado están llenos de carbohidratos refinados. Son solo harina frita y no aportan nada en cuestión de nutrición. Además, este tipo de ingrediente crujiente presenta el problema de estar frito y cubierto de sal. Para tener esa misma sensación crujiente y salada, mejor agrega un par de cucharadas de nueces picadas y semillas.
Fruta seca
La fruta seca, como arándanos y chabacanos, pueden parecer una opción saludable para agregar un toque dulce a tu comida. Sin embargo, ¡tienen demasiada azúcar! De hecho, muchísima más que la fruta fresca. En vez de agregar fruta seca, opta por fruta fresca para agregar dulzura a tu ensalada.
Pasta
Con moderación, la pasta puede ser saludable. Aun así, si estás intentando perder peso es aconsejable consumir menos granos procesados. Mejor añade quinoa, tendrás en tu ensalada una sensación similar a la de la pasta, pero con más proteína y fibra.
Embutidos
Pareciera que los embutidos son una forma práctica de agregar proteína a tu ensalada, pero su calidad no es óptima. Lo más seguro es que te encuentres con productos procesados con muchos conservadores y altos en sodio. Mejor añade pollo asado, huevo cocido o legumbres para consumir proteínas variadas y seguras. ¡Es más saludable!
Lechuga
Aunque parezca increíble, la lechuga que todas usamos en nuestras ensaladas para añadir volumen y algo crujiente para masticar no nos aporta mucho por el lado nutricional. Por eso, es mejor complementar nuestra saludable ensalada con espinaca, arúgula (rúcula) o kale. Estas legumbres tienen más nutrientes y agregarán sabor a tu ensalada.
Como puedes ver, las ensaladas no son sinónimo de dieta. Hay que cuidar los ingredientes, aderezos y complementos. Sin duda, al hacerlo, tendrás un platillo ligero y balanceado.