7 tips para no dejar que las demás personas te hagan enojar; ¡no tienes que darle tanta importancia!

¿Cuántas veces al día te enojas por “culpa” de los demás? Vivimos en ciudades agitadas, donde el ritmo de vida es muy rápido. El estrés es el principal enemigo para cientos de personas. Por la “culpa” de los demás terminas haciendo corajes: tu superior en el trabajo, las personas que no terminan a tiempo, la chica delante de ti que tarda años en salir del cajero… La lista puede continuar por horas. Es momento de detenerte, no dejes que las demás personas te hagan enojar y arruinen tu mood.

Si eres de las mujeres que se toman las cosas personales y el coraje hace que te duela la cabeza, no es “culpa” de los demás. Es momento de reconocer tu responsabilidad en el asunto. Antes de pasar el resto de tus días haciendo corajes, aprende a no dejar que las demás personas te hagan enojar.

1.- Solo tú sabes cómo reaccionar ante los problemas

Le puedes echar en cara a la señora de  enfrente que ella fue la que te chocó, o que por culpa de tu compañera tú saliste tarde del trabajo. Sin embargo, tú y solo tú decides la forma en la que vas a tomar las cosas. Los estímulos externos resultan un gran impedimento para tener días tranquilos o felices, ya que siempre habrá algo que no salga de acuerdo al plan. Es aquí donde tu responsabilidad inicia. Tú decides cómo vas a dejar que los imprevistos e incidentes afecten tu día. Así que la próxima vez que estés a punto de estallar por algo, respira profundo y piensa: “¿vale la pena que me enoje por esto?”.

2.- Respira

Es muy sencillo montar en cólera por cuestiones que están fuera de tus manos. Al estarlo tienes que ser consciente de que puedes respirar y calmarte. Cuando te enojas, la situación en la que estás puede empeorar por el simple hecho de no tener la capacidad de pensar antes que actuar. Alterarte no es la opción, respira cuando te calmes serás capaz de reaccionar mejor ante las cosas y encontrar una solución.

3.- Deja de pensar en el problema

Ok, esto aplica cuando tienes un problema con el trabajo. La actitud, o cualquier otra cosa que tenga que ver con los demás… Concentrarte y repetirte día con día cual es el problema no resuelve absolutamente nada. En vez de pensar en el problema y quejarte de él amargamente, activa tu mente y busca una solución.

4.- No le imprimas tanta energía

¿Cuántas veces te ha dolido la cabeza por un coraje? Si es tu caso, debo decirte que estás gastando energía vital en cosas que no valen la pena. Aprende a soltar las situaciones. Cuando alguien te hace un comentario malintencionado, se pelean contigo o juzgan tus acciones, lo mejor que puedes hacer es no darle tanta importancia a los comentarios ajenos. Deja que las cosas se resbalen. No vale la pena que imprimas tanta energía enojándote por comentarios externos.

5.- No intentes cambiar a los demás

Nos llevamos grandes dolores de cabeza cuando no congeniamos con las ideas de las demás personas. Deja de intentar que el mundo cambie a tu forma de ver las cosas, no es factible. Respeta la forma de ser de los demás y si no congenia con la tuya, aléjate de esas personas.

6.- No a darle vueltas en tu cabeza

Las mujeres somos malas con nosotras mismas, y por si no fuera poco recordamos una y otra vez nuestras equivocaciones. ¿Para qué el martirio? ¿Te está llevando a alguna parte? ¿Puedes cambiar el pasado? Ya déjalo ir, deja que ese problema mental que inunda tu mente en los momentos libres vuele. Libérate de tu propia toxicidad y ve hacia adelante, anda hazlo por ti. Una cosas que te hagan enojar y otra muy diferente que tu sola te martirices.

7.- Nada personal

No dejes que te hagan enojar y tampoco te lo tomes tan enserio. En medio de una discusión entre dos personas se dicen cosas muy hirientes que probablemente ninguno de los dos quería decir. Respira nuevamente. No pelees en caliente, mejor retírate y discute el tema con la otra persona cuando estés más tranquila. No te dejes guiar por la emoción del momento y, sobre todo, no veas todas las cosas que hacen los demás como un ataque hacia tu persona. Los seres humanos normalmente somos muy egocéntricos, así que lo más probable es que eso que hace esa persona que te molesta no lo esté haciendo para hacerte la vida de cuadritos.

Siempre recuerda que la forma en la tomas las cosas pueden mejorar o arruinar tu día. El enojo es una emoción que debes tener controlada, ya que al igual que el estrés puede producirte un daño psicológico y físico. Respira y siéntete libre de escoger qué emociones dejas entrar a tu vida.