La ropa de encaje es de las más sexys y elegantes que hay. No sólo denota feminidad, también resulta provocativa porque invita a ver la piel. Por eso, el encaje en las prendas no puede faltar nunca en el armario de cualquier mujer. Y, para ayudarte a lucir sexy en lugar de anticuada, te decimos cómo usar las prendas de encaje para verte sexy.
Negro
El negro es un color que nunca debe faltar en tu armario y mucho menos en la ropa de encaje. Además de hacerte lucir sexy también te otorga un estilo vanguardista y elegante. Por lo menos, consigue una blusa con esta característica y te aseguramos que lucirás muy bien. Eso sí, mientras más transparencias tenga, mucho mejor. Combínala con un bralette debajo para añadir un toque de feminidad.
Blanco
Las blusas de encaje blanco le van bien a cualquier tipo de piel. Es un color que puede ayudarte a verte elegante y fresca al mismo tiempo. Así que si estás pensando incorporar una prenda de encaje a tu armario, que sea blanca. Y no sólo te verás sexy, también le añadirás un toque romántico a tu outfit.
Ropa interior
La ropa interior de encaje es obligada en el clóset de cualquier mujer sexy. Sólo ten cuidado de no usarla en colores nude, porque corres el riesgo de verte como tu abuelita en lugar sexy y sensual.
Vestidos
Los vestidos de encaje lucen increíbles en colores lisos, como rosa, blanco, beige y turquesa, pues son tonos que te harán ver bien en cualquier ocasión y temporada. El encaje por sí solo le otorga a tu look un estilo muy femenino. Incluso hay vestidos estampado con incrustaciones de encaje que añaden un encanto especial, sobre todo en vestidos que se ajustan a la silueta, haciéndote lucir sexy.
De día y de noche
Las prendas de encaje luce bien en cualquier ocasión, tanto de día como de noche. Si vas a llevarla de día, prefiere los tonos claros, que puedas combinar con jeans, faldas y hasta con vaqueros. Pero si la llevarás de noche, entonces usa colores como negro, vino o rojo. No olvides agregar a tu outfit, accesorios sencillos y en colores neutros, para no lucir demasiado cargada.
