Se acabó la triste historia de decir que no tienes qué ponerte. Sabes que tu armario está repleto de ropa, pero la indecisión te mata. Para evitar que esto siga pasando, arma tu propio outfit para ir al trabajo.
Dale un giro a tu traje
Cuando te digo que armes tu propio outfit para ir a trabajo no me refiero a que hagas un uniforme estilo oficinista, sino a uno chic con las prendas que ya tienes. Primero, dale un giro moderno al traje, que por cierto no tienes que comprar completo. De hecho, el truco es que mezcles texturas y siluetas. Por ejemplo, elige un pantalón de vestir con algún diseño, como cuadros discretos, y combínalo con una una blusa sencilla. Tmbién puedes escoger un pantalón de vestir en color negro o beige y coordinarlo con una blusa blanca.
Dile “sí” al look monocromático
El estilo monocromático estiliza visualmente tu figura. La clave es que elijas un color de acuerdo con tu tono de piel y que sea apropiado para ir a trabajar. Toma en cuenta que el azul marino es el nuevo negro. Aunque otra opción es que armas un conjunto con una gama de colores. Es decir, usa un pantalón en el color seleccionado y arriba una blusa del mismo color, pero de manera discreta. Digamos que es una manera de basarte en el look monocromático.
Jeans y blazer
Tanto los jeans como los blazers son prendas básicas, así que no dudes en que el resultado será increíble. Si piensas que los vaqueros te harán lucir informal te tengo una noticia: no es así, ya que el blazer equilibrará tu atuendo.
Falda lápiz
Si quieres un toque femenino y seductor, incluye una falda lápiz en tu outfit para ir al trabajo. Esta prenda puede ser de una tela lisa o con diseño. Puedes optar por colores básico (negro, azul marino, beige) o arriesgarte con otros colores, lo dejo a tu criterio. Si eliges una falda lisa, coordínala con blusas sencillas o con estampados florales. Si eliges una falda con diseño, opta por blusas lisas y, cuando mucho, que tengan un toque femenino, como pequeños holanes.