Realmente, ¿qué es la sensualidad? ¿Es cuestión de apariencias o más bien es una actitud? Las mujeres sabemos bien que nuestro arreglo personal puede ayudarnos a sentirnos sexys, pero solo se trata de una ayuda ya que es temporal. Cuando estás desnuda y solo quedas tú revelas si realmente te sigues sintiendo confiada. Así que ser eternamente sexy, en realidad es una actitud sin importar nuestro tipo de cuerpo o la ropa que tengamos. Sigue estos consejos para que esa confianza temporal se extienda a largo plazo y se refleje en cada aspecto de tu vida.
1. Aprende a amarte
Se dice fácil y es imposible. Tu criterio es el más importante en este mundo, así que necesitas confiar en tu propia toma de decisiones y valores. Una mujer eternamente sexy conoce su valor y se da a respetar. Además, hace todo lo posible por cuidar de sí misma, su mente, su belleza y su salud.
2. Reconoce tus carencias
A pesar de todo una mujer inteligente sabe que le queda mucho por aprender, sabe reconocer sus errores y ofrecer disculpas cuando es necesario. No por tener confianza en nosotras mismas significa que sepamos todo en esta vida. En realidad, implica aprender todo lo posible para corregir tus errores sin parar. La humildad es una cualidad eternamente sexy.
3. Mantente curiosa
No te conformes, investiga. Nunca tengas miedo de hacer preguntas y buscar las respuestas. No te conformes con las apariencias o la primera impresión, mejor otorga el beneficio de la duda. Finalmente, no te ancles en tu zona de comodidad. Prueba cosas y experiencias nuevas, ¡nunca es demasiado tarde!
4. Consiéntete y cuídate
Nadie más puede hacerlo por ti. Date prioridad a ti y a tu salud. Pon en práctica acciones preventivas y correctivas. Aunque sean solo 15 minutos al día. Muchas veces nos descuidamos por atender a los demás, ya que es difícil cuidar de nuestra familia. Sin embargo, recuerda que para estar bien con quienes te rodean, primero necesitas estar bien tú. Esto no es egoísmo, es salud.
5. Aprende a explotar tus curvas
Volviendo a las pequeñas ayudas que tenemos para sentirnos sexys está la ropa. La forma en que te vistes ayuda a comenzar tu día sintiendo confianza. Saber vestirte bien y hacerlo de forma cotidiana es excelente para sentirte eternamente sexy. No requiere mucho esfuerzo tener un buen guardarropa, en realidad puedes lograrlo poco a poco. ¿Te imaginas lo que lograrás si todos los días sales de casa sintiéndote sexy?
6. Sonríe
El cerebro tiende a enfocarse en todo lo negativo que pasa a nuestro alrededor. Esto no nos hace bien ni física ni mentalmente. Por eso te recomendamos sonreír, es una pequeña forma de engañar a tu cerebro. Si te obligas a sonreír sin motivo alguno, tu cerebro se confunde y comienza a genuinamente hacerte sentir feliz. A la larga esto te ayudará a mantener una actitud positiva ante la vida y a ser más feliz. Las personas positivas son sumamente sexys.
7. Camina derecha
Una vez más usamos pequeños trucos para engañar a tu cuerpo. Si te colocas en una posición que denote confianza, eventualmente te sentirás confiada. Caminar erguida beneficia todo aspecto de tu salud pero además te hará sentir poderosa y segura de ti misma.
8. Aléjate de las personas negativas
Las actitudes negativas son altamente contagiosas, créeme que no quieres ese tipo de influencia en tu vida. Las personas de las que te rodeas tienen un profundo efecto en tu persona a la larga. Así que mejor rodéate de personas que te ayuden a crecer, no de quienes te muestran cómo no quieres ser.
9. Aprende a enseñar piel
Otro plus para ayudarte a sentirte sexy es saber presumir tu piel sin perder el estilo. No se trata de andar medio desnuda en la calle. No, más bien se trata de conocer perfectamente tu cuerpo para saber que detalles sutiles y elegantes harán que lo presumas mejor. Lo vulgar es temporalmente llamativo, la sutileza es eternamente sexy.
10. Defiende respetuosamente tus opiniones
Si un hombre no le gusta que tengas opiniones no es un hombre que valga la pena. Conócete a ti misma y define tu sistema de valores. Cuando alguien llegue a cuestionarlo, mantente fiel a ti misma y a tus creencias. Eso no significa que vas a andar pregonando tus creencias para tratar de obligar a los demás a ser como tú. Más bien significa que no te vas a dejar mangonear por otras personas y harás lo que consideras correcto sin importar la presión que enfrentes.