¿Eres una mujer que ama demasiado?

Suena al nuevo nombre de la telenovela de las 7:  “Amar demasiado”. Pero es real, existe un exceso.  Hay ciertas personas que escudan lo tóxico y enfermizo de su relación detrás del argumento: “Lo hago por amor”. La mujer que ama demasiado no es producto de la casualidad ni un invento de la televisión, así que mejor conoce las características y evalúa si estás en esta posición…

Problemas en casa desde pequeña

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Todos aprendemos a llevar relaciones en base a lo que aprendimos en casa. Así que, si tuvimos problemas en casa, es normal que lo que aprendimos se refleje en nuestras relaciones.

Necesidad de Afecto

Einsamer Junge

 

Se trata de necesitar constantemente la atención y cariño de tu pareja. Para lograrlo, puedes terminar haciendo cualquier cosa. Es en esta parte de la relación en la que tú das todo y tu pareja a duras penas da una parte.

Deseo excesivo de ayudar a los demás

happy young relaxed couple working on laptop computer at modern home indoor

Es aquí cuando tu relación se vuelve un proyecto. Quieres mejorar, motivar e impulsar a tu pareja. Y eso no tiene nada de malo si es moderado, recíproco y bien recibido. Pero decidir que tu pareja va a cambiar por ti, sólo te dejará agotada y triste. Sólo él puede cambiar si es lo que quiere. No te necesita, por más que así parezca, o que lo quieras creer.

Dependencia emocional

Woman holding man by his leg. Preventing from going away

Aquí sacrificas todas tus creencias y sentimientos con tal de que la relación no termine. Puedes hasta mantener a tu pareja con tal de que no te deje. Pero tratar de mantener a una pareja con palancas o a la fuerza no es sano, no es una relación que necesites.

Complace a su pareja en todo

um die Hand anhalten

Aquí se trata un poco de compensar. Estás tan acostumbrada a sentir que te falta amor, que no quieres que tu pareja lo sienta. Lo malo es que él no te corresponde. Así que tú terminas perdiendo tus opiniones y deseos por satisfacer los de él. Y esto va desde un: “¿Qué quieres comer, mi vida?”, hasta tener experiencias sexuales que ni siquiera te interesaban… pero a él sí.

Se hace responsable de todo

stress in ufficio

Una relación es mitad y mitad. La dificultad radica en alcanzar ese terreno medio. ¡Ah! Pero qué cómodo es que el otro haga más del 60%, ¿no? Bueno, pues eso logras cuando asumes la culpa de todo y te dedicas a arreglar todo problema que surja.

Se siente inferior

Man comforting his sad mourning friend embracing her in a park

Tu autoestima es tan baja, que empiezas a idealizarlo. En tus ojos, él merece muchísimas más cosas que tú. Puede ser que hasta sacrifiques tu felicidad con tal de que él sea feliz.

Controla desesperadamente a su pareja

Frau beschuldigt Mann

Esto viene de que no te sientes segura. La inseguridad que sientes, te hace tomar cualquier medida para tomar un poco de control. Pero ese control es un placebo, tu relación no tiene confianza así que los fundamenos nunca serán fuertes. Y por eso esa inseguridad nunca se va a ir.

Adicta a patanes

Cheater man cheating during a marriage proposal with his innocent girlfriend

Lamentablemente, todas las características anteriores te hacen propensa a buscar hombres maltratadores, groseros y abusivos. Por si fuera poco, terminas viendo a los hombres confiables como seres aburridos y puedes hasta volverte adicta al patán con el que estabas. Sí, llega un punto en el que ni siquiera consideras posible dejar de estar con él.

¿Qué resultado obtuviste?
Cualquiera de estos puntos es, sin duda, un foco rojo en nuestra relación.
Si te identificas con varios de estos, urge empezar a trabajar en tu autoestima. Puedes asumir que estoy loca o lo que gustes y mandes porque tu relación te parece normal y yo no lo entiendo.

Sólo quiero que te quede bien claro: Mereces felicidad, a alguien que te valore, que te dé una parte de sí mismo y mereces empezar a amarte.


Si conoces a alguien así, ella necesita que alguien fuerte le enseñe su capacidad de aguantar cualquier problema y que le ayude a abrir los ojos. Si puedes ser tú, ¡qué mejor! Sino, no dudes en llevarla a un psicólogo.