¿Qué te viene a la mente cuando alguien te dice “acoso”? Te pregunto esto porque “acoso” o “acosar” son palabras que en los últimos años han ganado popularidad, pero no necesariamente por algo positivo. De hecho, por nada positivo. Sin importar la edad ni el género, muchas personas son víctimas de acoso. Y si estás siendo víctima de acoso laboral o sexual, o ambos, pero no sabes qué hacer, toma en cuenta los siguientes puntos.
Pero, ¿qué significa acosar?
Primero debes tener en claro el significado de acosar. De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), esta palabra significa perseguir, sin dar tregua, a un animal o una persona. Apremiar de manera insistente a alguien con molestias o requerimientos. En pocas palabras, el acoso se caracteriza por el reiterado hostigamiento y persecución. ¿La finalidad? Que la afectada acceda a hacer aquello que se le exige insistentemente. Por lo tanto, en cualquiera de sus formas, el acoso generará incomodidad e intranquilidad.
El acoso laboral es cuando…
Por lo tanto, el acoso laboral, también conocido como mobbing (del inglés to mob: acosar, atacar en masa), se caracteriza por el hostigamiento y la presión desmedida que se ejercer en el entorno laboral. Por lo general, el acosador suele ser una autoridad, como es el caso de un jefe o un supervisor. En pocas palabras, la afectada suele recibir comentarios malintencionados o críticas exageradas sobre su desempeño o capacidad. Y, por lo general, la finalidad del acosador es que la otra persona renuncie o cambie su conducta, ya que probablemente ésta resulta contraria a sus intereses.
Y el acoso sexual es cuando…
El acoso sexual se caracteriza porque el hostigador presiona e intimida a su víctima para obligarla a mantener relaciones sexuales. Sin embargo, este tipo de acoso no sólo apunta a tener sexo con la acosada, ya que el acosador igual hace insinuaciones y comentarios obscenos y manosea su víctima. Es decir, el objetivo final es el mismo: intimar con la afectada.
¿Qué tengo que hacer?
De acuerdo con la Fundación Origen, con sede en Ciudad de México y la cual busca impulsar el desarrollo humano y productivo de la mujer, las afectadas deben hacer lo siguiente:
- Identificar el acoso. Si te sientes incomoda con comentarios, bromas, mensajes o incluso acercamientos, lo más probable es que se trate de una situación de acoso laboral. ¡Confía en tu instinto!
- Ten en claro que no es tu culpa. La responsabilidad de quien comete el acoso es sólo de quien lo comete, no de quien lo sufre.
- Trata de frenar el acoso. Sé fuerte y enfrente al acosador. Habla firmemente y sin temor con el acosador, dejándole en claro que sus acciones te incomodan o dañan.
- Recopila pruebas. Una grabación en el celular o fotografías te servirán como evidencia al momento de presentar una denuncia.
Y legalmente, ¿qué procede?
De acuerdo con la abogada Cinthya Chi, docente en la Facultada Autónoma de Campeche, lo recomendable es que la afectada reporte los hechos por escrito al área de Recursos Humanos de la empresa. De este modo harás que las autoridades correspondientes sepan qué está pasando y podrás solicitar que se realicen los procedimientos internos correspondientes. Si eres una servidora pública, debes acudir al Órgano de Control Interno de la dependencia a la que estás adscrita. Además, ten en claro que no estás indefensa y puedes recurrir a las siguientes vías en México. Es probable que existan instancias semejantes en los demás países latinoamericanos:
- Los Juzgados de lo Civil para obtener la reparación del daño causado.
- La Junta de Conciliación y Arbitraje (local o federal) para obtener la rescisión del contrato imputable al patrón.
- Fiscalías, al tratarse de un delito, como lo puede ser amenazas.