Si engañaste a tu pareja, no la amas; fin de la discusión

Cuando era una niña el tema de la infidelidad nunca pasó por mi mente. Sabía lo que era, pero nunca lo había experimentado hasta que los padres de mi mejor amiga se separaron. Mi madre me explicó que el papá de mi amiga se había ido de casa porque se enamoró de su secretaria. Lo sé, completamente un cliché, pero un hecho verídico. Ese debió ser el primer indicio para que aprendiera que si engañaste a tu pareja, no la amas. 

Años más tarde, yo me convertí en el cliché

Cuando mi marido me engañó, me acerqué a la mamá de mi mejor amiga. Ahora que era una persona adulta podía hablar con ella al respecto porque ambas somos víctimas de un cliché: las dejaron por la secretaria. Cuando por la puerta del frente mi marido salió diciéndome que amaba a una veinteañera, me dio un ataque de risa. Literalmente. ¿Sabes?, mi marido tenía en ese entonces 48 años y una hija de 18 de un matrimonio anterior. Hablando con la mamá de mi amiga me di cuenta de que había tenido mucha suerte o al menos más que la de ella. 

Yo no tuve hijos con este hombre

Cuando abandonaron a la madre de mi amiga, tenía tres pequeños. El último apenas tenía tres meses de edad. Curiosamente, ambos hombres nos dieron a las dos la misma explicación. “Solía ​​amarte, pero ahora encontré a esta persona mejor a quien amo más”. En mi caso fue: “Pensé que eras mi alma gemela, pero B es mi alma gemela real porque ambos amamos a The Beatles y tenemos el mismo cumpleaños”. Sí, el razonamiento de un hombre de 48 años sufriendo la crisis de la mediana edad. Fue ahí donde que me di cuenta de que esa relación nunca fue del todo real. Después de todas las lágrimas, el drama y las pilas de arrepentimiento lo supe: mi esposo no me amo nunca en realidad. 

 

El amor respeta 

Llámame loca, pero para mí hay componentes en el amor que tienen que estar presentes. Si amas a una persona tienes que respetarle y apoyarla emocionalmente. El verdadero amor se nota en los tiempos difíciles. Es muy sencillo apoyar a alguien cuando todo va bien, pero es en los momentos de pérdida, confusión y sufrimiento cuando se nota que tu pareja te ama o no te ama. Cuando las cosas se ponen temibles, sostienen tu mano. Cuando te necesitan y miran hacia el futuro juntos como una pareja, eso es el amor.

Entonces, cuando engañas a tu cónyuge, estás violando todo eso. Estás traicionando a cada uno de esos componentes y, esencialmente, burlándote de lo que alguna vez te atreviste a llamar amor. Estás gritando: “No te amo. Nunca te amé. Nunca te respeté. Nunca me preocupé por ti. Todo esto fue una mentira”. Eso te convierte en mentiroso, no en una víctima del verdadero amor. Claro que cada quien decide qué clase de persona quiere ser en esta vida.