Relación madre e hija: ¿qué hacer para mejorarla?, ¡te cuento mi historia!

Las tristezas, los problemas y la inestabilidad te convierten el la peor persona. En ciertos momentos de nuestras vidas nos cerramos tanto, que no queremos ver nada más que nuestra razón. Durante un lapso me volví tan odiosa, que la relación madre con mi madre se transformó por completo. A veces piensas que las personas con las que vives son tus peores enemigos, cuando ellos solo tratan de apoyarte y cuidar de ti. Es fundamental mantener una buena relación dentro de la familia. Especialmente con esa persona que te dio la vida, aquella que siempre te ha apoyado y que a pesar de todo sigue contigo. Te digo qué hacer para mejorar la relación madre e hija.

¿Por qué cambian las relaciones?

Puede ser la pubertad o que no compaginas con las demás personas. Mi mamá y yo éramos inseparables cuando era niña, siempre pasábamos todo el día juntas. Con el tempo me fui alejando de ella, pues mis intereses cambiaron y era normal. Añade a eso que la pubertad llegó y todo cambio. La relación madre e hija ya no era la misma. Todo el tiempo eran gritos y discusiones porque ni mi mamá me entendía y mucho menos yo a ella. Claramente, ni mi papá ni mi hermana se metían a las peleas, pues mi mamá y yo éramos tan intensas, que la casa se convertía en todo terreno de batalla. Cualquier cosa que hiciera o palabra que dijera era tema de discusión. Llegamos al punto en que ambas no nos soportábamos. ¡Eso fue lo peor!

De lo negativo a lo positivo 

¡No fue nada fácil! No te miento, pasaron varios años para que la relación cambiara. Las peleas solo eran de vez en cuando, el respeto a nosotras mismas regresó y los problemas desaparecieron. La relación cambió no por las miles de pláticas que teníamos, sino por que ambas decidimos cambiar. Mi madre y yo aprendimos a respetar la opinión, así como las elecciones y forma de pensar de cada una. Comenzamos a disfrutar el tiempo que pasábamos juntas y a extrañarnos cuando no lo estábamos. Tanto ella como yo tuvimos que modificar ese chip y comprender que cada una tiene una función diferente dentro del hogar. La tolerancia, la comunicación y confianza son la base de nuestra relación.

Las relaciones pueden cambiar

Te puedo decir, que a veces son necesarias las peleas y los enfrentamientos para darte cuenta de que estás mal. Mi actitud prepotente y rebelde nunca me llevaron a nada, más que a alejar a la persona que más me ha apoyado. Las lecciones de vida me hicieron ver las cosas de diferente forma y a analizar que mi actitud no era la mejor para tratar a mi mamá. Hoy en día, disfruto más de mi madre y, me doy cuenta de que gracias a ella soy lo que soy. Sin ella no se qué haría.