Razones por las que no terminas con el amor de tu vida

¿Por qué es tan difícil encontrar al amor de tu vida? Tal vez tienes citas y hasta hayas tenido relaciones largas, pero ninguna te ha hecho pensar en compartir el resto de tu vida con esa persona con quien sales. Quizás estas sean algunas de las razones.

No estás lista emocionalmente

La realidad es que a la mayoría de nosotros no nos educaron con las herramientas necesarias para tener una relación madura. La mente de cada uno de nosotros entra en juego en las relaciones. Y si no estamos listas emocionalmente podemos activar nuestros mecanismos de defensa y alejar a la otra persona.

Esfuerzo y disciplina

El amor verdadero requiere esfuerzo y disciplina. Se trata de dedicar nuestro tiempo y energía en beneficio del otro sin olvidarnos de nosotras mismas. Quizás las relaciones cortas funcionen dejándonos llevar por el instinto o la emoción del momento. Sin embargo, las relaciones a largo plazo requieren de un verdadero esfuerzo y compromiso para hacer que funcione.

Expectativas demasiado altas

Seguro has escuchado que lo mejor es entrar a una relación sin expectativas. Esto no es realista porque por lo menos vas a llegar con la expectativa de que la otra persona te respete. Busca el equilibrio entre las expectativas mínimas de cualquier tipo de relación y las expectativas irreales que le puedes imponer al amor de tu vida. Recuerda que las expectativas irreales puedes ser un síntoma de un vacío dentro de ti.

Miedo al compromiso

El miedo puede venir por temer a dejar tu estilo de vida. También puede ser miedo a que su relación fracase. Además, para que la relación funcione tendrás que ceder en muchos aspectos de tu vida. Si no estás lista para hacerlo no terminarás con el amor de tu vida.

Crees que no puedes estar soltera

A muchas nos han educado pensando que necesitamos de un hombre. Por ejemplo, quizás tus padres no te promueven que te cases joven pero no te dejan salir a ciertos lugares si no tienes un hombre que te lleve. Generación tras generación nos han inculcado que la vida no es igual sin una pareja y que nuestra felicidad depende de ello. Sin embargo tu felicidad proviene de ti misma y no puedes cargarle esa responsabilidad al amor de tu vida.