¿Duermes cada noche con tu celular al lado? La adicción a la tecnología ha llegado a tal grado, que no podemos conciliar el sueño si no es con el móvil a un lado. ¿Qué tanto daño te está haciendo esta terrible adicción a la tecnología?
Hasta el día de hoy, ¿cuántas noches no has pasado con tu celular al lado de tu cama o, peor aún, bajo la almohada? El daño que este mal hábito le hace a tu salud es imperceptible… por ahora.
La radiación
Los smatphones generan radiaciones bastante peligrosas y nada aconsejables para tu salud. Evidentemente estas radiaciones se encuentran durante todo el día con nosotras. Sin embargo, en la noche se vuelven un problema, ya que el cuerpo esta regenerándose. Gracias a estas ondas de produce un alteración de autoregulación en algunos procesos nocturnos. Tales como los ritmos circadianos y el reloj biológico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que no solo los celulares sino todos los aparatos electrónicos afectan el organismo y pueden aumentar la posibilidad de padecer cáncer. Producen efectos tóxicos, según estudios científicos, aunque las grandes compañías aún no están dispuestas a reconocer que sus productos pueden dañarnos. Por simple lógica podemos deducir que tienen un efecto tóxico, pues están hecho a base de radiaciones ionizantes y longitudes de onda.
Dormir con tu celular de ninguna forma es sano, lo mejor es alejarlo lo más posible mientras duermes.
¿Pero, dónde lo dejo?
Hay dos formas muy sencillas :
Déjalo prendido. La realidad es que sería mucho mejor que lo apagaras. Sin embargo si te inquieta que no puedan comunicarse contigo en caso de emergencia colócalo en un mueble o superficie alejada de tu cama dos metros. Por otra parte, deberías por lo menos apagar el WiFi, que es una de las ondas más peligrosas que tienen los celulares.
Apágalo y déjalo lejos: Estos también sirve como una pseudo desintoxicación, pasamos demasiado tiempo pendientes de nuestras redes sociales. Evita ver tu celular mientras estás en la cama. La luz que emana de él puede dañarte los ojos.
Cuida de tu cuerpo, los hábitos más tóxicos pueden ser los más inocentes.