Berrinches, patadas, lloriqueos y hasta en algunas ocasiones gritos y patadas. La frustración y las emociones encontradas son normales en niños a partir de los siete años. El reto de toda mamá es controlar las más escandalosas rabietas y crisis de rabia. Es preocupante ver a tus pequeños pasar por estos lapsos de estrés. La técnica del globo es una excelente práctica, para que tus pequeños calmen sus emociones.
La ansiedad en los niños
Antes de explicarte cómo funciona la técnica del globo, debemos recalcar que la tarea que tenemos como mamá no es evitarle la frustración a los más pequeños. El mundo no funciona de esa forma. Lo único que podemos hacer para ayudarlos es darles herramientas para lidiar con el estrés y la frustración. La técnica del globo solo es una de ellas. Existen muchas más a las que puedes acudir para lidiar con las emociones de tus pequeños.
Paso 1: Respeta la ansiedad de tu pequeño
Los niños usar los berrinches como último recurso para enfrentarse a una situación que no les gusta o que les genera ansiedad. Antes de desesperarte y enojarte, es mejor que reacciones de forma inteligente. Es importante que sepas que la corteza cerebral madura lentamente. Esto implica que el control emocional no termina de desarrollarse hasta la adolescencia. Cada niño es diferente, algunos tienen la capacidad de ser más inteligentes emocionalmente mientras que otros tardarán un poquito más en aprender. Conocer esto es de gran ayuda, por lo que debes ser empática con tu pequeño y comprender que su inteligencia emocional está en desarrollo. Debes reconocer sus frustraciones y ofrecer herramientas a tus hijos para que lidien con ellas.
Paso 2: Lo que hay qué hacer en caso de frustración
Para el ejercicio del globo debes tener: un globo escolar y una colchoneta o algo donde pueda tumbarse tu pequeño. Esta técnica solo aplica en niños de 7 para arriba, darle un globo a un niño menor puede ser peligroso.
Debes seguir paso a paso esta dinámica:
- No le des el globo a tu pequeño hasta que le hayas explicado el juego.
- Explícale cómo nuestro cuerpo actúa cuando nos enojamos y nos estresamos. La tensión y las emociones nos controlan y podemos herir o asustar a las personas a nuestro alrededor.
- Ahora dale el globo. Pídele que vaya hinchando el globo poco a poco. Cuando lo esté haciendo sigue explicando. “Nuestra mente es como un globo como el que estas inflando; cuando nos enojamos el aire y las emociones negativas se acumulan. Hasta que llega el momento de que explotamos”. En este punto debes dejar que el globo reviente.
- Entrégale otro globo a tu pequeño, esta vez solo indícale que lo infle un poco. Después dejen escapar el aire. Ahora explícale que el globo ha regresado a su posición original, ahora está tranquilo y relajado.
- Ahora pídele a tu pequeño que se recueste en el suelo o sobre la colchoneta.
- Imaginemos que somos un globo. Cuando un globo se enfada mucho, acumula mucho aire: nuestro cuerpo se infla, se inflan los brazos, la panza, las piernas etc… Estamos a punto de explotar porque retenemos las emociones negativas.
- Tenemos que desinflarnos para darle alivio a nuestro cuerpo. Solo así nos sentiremos más ligeros, cómodos y felices.
Finalmente recuérdale que cada vez que se sienta enojado, cuando la vida no les de lo que quieren o algo pase y no les guste, no deben esperar a sentirse super enojados, recuerda el globo. No debemos dejar que nuestras emociones exploten, porque todos perdemos y pueden asustar las personas a su alrededor. Respirar profundamente nos ayudará a desinflarnos.