Quieres una boda de ensueño, pero esperas que todo lo haga él sólo, ¿de verdad?

Hace poco escuchaba a una chica contarle a su amiga que estaba muy molesta porque su prometido no tenía el suficiente dinero para pagar la boda que ella deseaba. Ya sabes, es una de esas chicas que desde que tiene uso de razón comienza a planear su boda y tiene un cuaderno con todo lo que quiere ese día. Bueno, sé que tal vez muchas de ustedes tengan planes o ideas similares y ok, está bien. Lo que no creo que esté bien, es que estén esperando a que su “príncipe azul” sea el que se encargue de correr con todos los gastos de algo que sólo durará unas horas. En lo personal pienso que si quieres boda, pues también te pongas a ahorrar para cumplir tu sueño y no estés sólo a expensas de que otro venga y pague todo por ti.

Una pérdida de dinero

Hay que ser realistas, aunque las bodas son divertidas y siempre es un momento de despeje y de disfrute con los amigos y familia, resulta un gasto innecesario. Ahora por eso muchas parejas deciden ahorrar ese dinero y gastarlo en algo más productivo… un viaje. Algo que sólo disfruta la feliz pareja, como debe ser. Piensa que en la boda, vas a invertir mucho tiempo y mucho dinero, para que al final siempre termine gente inconforme y tú tengas que estar sirviendo a todos por un rato en el que sólo deberías estar disfrutando tú con la persona con la que has decidido compartir tu vida.

¿Quieres algo? ¡Lucha por ello!

También es importante dejar de lado la tonta idea de que el hombre nos tiene que mantener o tiene que darnos todo lo que queremos. Ya estamos en otro siglo, ya muchas mujeres han luchado para que las cosas cambien, como para que siga la mentalidad de que él debe hacer todo. No, si quieres algo, creo que también tú debes luchar por ello. Esfuérzate, trabaja, ahorra y así podrás tener la boda de tus sueños y muchas otras cosas. A veces los hombres terminan cancelando la boda o haciendo otras cosas, no porque dejen de sentir amor. Más bien lo hacen porque sienten demasiada presión por una boda carísima que sólo quedará en un momento fugaz.