Qué hacer si una “amiga” sólo te busca porque necesita dinero

¿Amiga o enemiga? A veces las personas muestran su cara cuando menos te los esperas. Algunas mujeres lo hacen con cautela, como una de mis “mejores amigas” que juraba que yo era como su hermana. Claro, me lo decía cuando no estaba saliendo de fiesta con sus amigas las más borrachas, cuando necesitaba favores y hasta dinero prestado… Tardé mucho en descubrir las verdaderas intenciones de esta chica. Al final, descubrí que no tenía más que a una verdadera amiga tóxica delante de mí.

Ninguno de mis problemas le importaba

La primera señal que no quise tomar en cuenta eran nuestras conversaciones. Cuando iba a casa de mi amiga a contarle un problema, ella era la primera en contarme las historias más tétricas en su mundo amplio de dates. Cada hombre con el que salía esta chica era aún peor que el anterior. A decir verdad, su gusto en hombres era el peor que había visto en toda mi vida. Siempre que intentaba contarle alguno de mis problemas, ella al instante cambiaba la conversación hacia los suyos. Era bastante desgastante, pero nunca lo tome como algo ofensivo.

La amiga para salir

Soy una chica con bastantes amigos a decir verdad. Cada fin de semana procuro visitar o ver a alguno de mis amigos para platicar, tomarnos un café o cualquier cosa. Esta chica, en cambio, tiene amigas que no son tan amigas como parecen. Algunos la llamarían la amiga para la “peda”. Esa chica a la que llamas un viernes a las 10 de la noche y es capaz de cruzar la ciudad para irse de fiesta. Y yo era su amiga para ir al cine, salir a buenos lugares y cosas por el estilo.

Yo pagaba todo sin darme cuenta

Es algo extraño, pero nunca me percaté de que era la única que costeaba nuestras salidas. Por lo general, entre mis demás amistades solemos invitarnos las salidas, pues tenemos buenos trabajo y nos gusta consentirnos una vez cada cierto tiempo cuando nos vemos. Para mí no es extraño invitar a mis amigas la cena o el boleto del cine, puesto que en muchas ocasiones ellas hacen lo mismo por mí. Sin embargo, esta chica siempre inventaba excusas cuando le tocaba pagar, como que le olvidó la cartera, no le han pagado, tiene muchas deudas, etc. Haciendo sumas, por más de cuatro años pagué sus cuentas de restaurantes, boletos de cine, palomitas y hasta cigarrillos, que yo no consumo.

Hasta que llegó ese día…

Mi amiga salió de casa de sus padres y rentó un departamento hermoso en una zona de la ciudad bastante costosa. Ella me invitó a la inauguración y yo con mucho gusto fui y hasta le llevé un gran cuadro para su decoración. Cuando llegué estaba impresionada por su estilo de vida, todo era nuevo y de marca. En ese momento estaba orgullosa de ella. Tres días después de esa gloriosa fiesta, llegó a mi casa con una cara de desconsuelo impresionante. Me dijo que la habían corrido del trabajo y no tenía dinero para pagar la renta de ese mes. Así que no lo pidió dos veces, yo me ofrecí a ayudarla con un poco… En realidad fue casi la mitad de su renta, lo cual era un dineral. No me importó, era mi amiga en desgracia y pensé que algún día ella haría algo similar por mí…

…Pero eso ya nunca pasará

El dinero que le di para ayudarla era parte de un ahorro de viaje que tenía destinado para ver a mi hermano que vive en Asia. Su esposa estaba por dar a luz y yo quería ir al nacimiento de mi sobrino y a conocer el lugar donde vivían. Faltaban meses para que yo me fuera, así que no me preocupe. Pasaron las semanas y dejé de verla pues tenía mucho trabajo. No supe mucho de ella hasta que un día vi en sus redes sociales que se había mudado a la playa. Fue cuando comencé a preocuparme. Traté de contactarla sin obtener respuesta. Un día le hablé directo y le pedí que me devolviera el dinero en ese momento.

Ella me mando un mensaje por IG: “Me parece que me estás confundiendo con otra amiga. Tú a mí no me has prestado absolutamente ni un peso”. Sentí que me hervía la sangre, lamentablemente no había ningún papel de por medio. Ese dinero se lo di en efectivo. Lesson learned: no pases por alto las señales rojas, haz caso a tu intuición y ahórrate problemas.