La amistad es realmente valiosa para mí y, debido a eso, no considero a cualquiera mi amigo. Esto lo he confirmado al pasar del tiempo. Muchas personas que yo creí que eran mis amistades o que aseguraban estar a mi lado en todo momento, me han demostrado lo contrario. Tal vez sea exagerada o payasa, pero como sea, no cualquiera entra en mi grupo de amigos. De hecho, puedo contar a mis amigos con los dedos de mi mano.
Siempre amigos
Cuando era pequeña, socializar no me costaba trabajo. Me encantaba conocer personas y charlar con ellas. Siempre es bueno tener noción de las vidas de otros y ese era el principal motivo por el que le hablaba a todo el mundo. De esas primeras veces fueron surgiendo mis primeros amigos. Amigos para salir a jugar, amigos para contar chismes o platicar sobre asuntos más serios de la vida. Amigos que realmente no sabían el significado de la amistad. Son muy pocas las personas que lo entienden y sí, puedo contarlos con los dedos de mi mano.
¿Qué significa amistad?
Es entendible que cada una de nosotras tenga un concepto diferente de la amistad. Para mí, amistad significa compartir un pedacito de tu vida sin tener que estar atado a esa relación. Como en una relación amorosa, sólo que sin besos ni asuntos de intimidad. Significa encontrar alguien que te quiere y acepta como eres, sin juzgarte o pretender cambiarte. Alguien que te apoyará en todo momento y cuando sea necesario te dirá que las cosas no van bien. Esa persona debe sentirse libre de hacer lo que quiera y con quién quiera, pero sabiendo que siempre estarás para apoyarla incondicionalmente.
No todos lo entienden
Conforme fui creciendo, comprendí que no todos ven la amistad del mismo modo que yo. Aprendí a respetar eso, pero también aprendí a reconocer quien me daba su amistad (desde su conocimiento sobre la misma) y quienes lo hacían sólo por interés. Fue en ese momento que decidí ser más selectiva con las personas que estaban a mi alrededor. Muchas veces trataron de tomarme el pelo y eso no está nada padre.
Sorry si no considero tu “amistad” valiosa
Pasé por varias situaciones en las que de verdad necesitaba a ciertas personas que, evidentemente, no me apoyaron. Siempre había excusas o cualquier cosa con la que se libraban de la situación. Entonces fue cuando decidí poner cartas en el asunto. Hice una limpieza de amistades, por así decirlo. No fue cosa de hacer una reunión y avisar quiénes sí y quiénes no valían. Simplemente fue algo que tenía que pasar por mi bien. Si no considero tu amistad significa, no lo es, al menos, no para mí.
Así descubrí que se pueden contar a tus amigos con los dedos de mi mano.
