En los últimos días he sabido de muchas personas que mueren. Digo, ya sé que todos los días muere personas, pero ¿no te ha pasado que hay épocas en las que las muertes siempre son muy cercanas a ti’? Justo eso me pasó, perdí a una prima, me tocó saber de un deportista que murió. Luego, viendo vídeos en la red, vi la historia de un motociclista que le compró comida a un señor que vive en la calle. Fue justo en ese momento que me di cuenta que soy muy afortunada por la vida que tengo. Tal vez no tenga millones (económicamente hablando), pero tengo muy claro que mientras tenga a mi familia completa soy una millonaria.
Altas y bajas
El hecho de que haya problemas en la familia, no significa que eso sea motivo para alejarnos de los seres especiales. Más bien es todo lo contrario. Son pruebas que la vida nos pone para poder aprender a sobrellevar problemas, dificultades que toda familia tiene. Créeme, incluso la familia real tiene problemas, la familia de los grandes políticos tiene problemas. Todos somos seres humanos y a veces nos olvidamos que eso nos hace seres imperfectos.
Mientras haya amor
He comprobado que mientras haya amor y respeto dentro de mi familia, podemos apostar por mantenernos juntos. Mi madre tiene un genio bastante explosivo, mi papá es muy disperso, mis hermanos son mis protectores y así puedo continuar con cada miembro de mi familia. Todos tenemos algo que nos hace especiales y es justo eso lo que hemos tratado de aprender a mezclar durante todo este tiempo de manera positiva.
Soy muy afortunada porque…
- aún tengo a mis padres para decirles cuánto los amo. No quiero esperar a que estén muertos para ir a llorar a sus tumbas.
- mis padres me enseñaron valores que aplico en mi día a día, ya sea con otros humanos o con los animalitos.
- he aprendido a luchar por todo eso que me hace feliz. No me voy a conformar con lo que sea con tal de tener una vida mediocre.