La relación que tenemos con nuestra mejor amiga, es sagrada. Por demás está decir que esta personita es alguien muy especial en nuestras vidas. Se alegra de nuestros avances, está siempre ahí cuando la necesitamos, es nuestra confidente y demás cosas. Finalmente, el amor y la confianza es recíproco.
Somos muy propensas a proteger a capa y espada a nuestra amiga. Cuando alguien más se incorpora al cuadro, con esto quiero decir el novio, tendemos a ser un poco cautelosas. ¿Quién es este sujeto? ¿La va a lastimar? Si éste se porta bien con nostras, está del otro lado. Sin embargo, ¿qué pasa cuando no es así o, peor aún, cuando está tratando mal a nuestra amiga?
Por supuesto que queremos mandar al susodicho 3 metros bajo tierra. Podemos intentar ayudar a nuestra amiga dándole consejos, hablando con el sujeto, podemos gritarle al mundo lo tonto que está siendo al no valorarla y aconsejarle que dejarlo es lo más indicado… ¡Stop! Tristemente, que es lo que más pasa, no nos hará el más mínimo caso.
Si tu amiga es propensa a tener este tipo de relaciones destructivas que no la llevan a nada positivo, ¡no insistas! Ya has hablado incontables veces con ella, llega llorando contigo cada vez que el patán le hace algo pero… ella sigue ahí sin importar la cantidad de veces que según tú la has hecho razonar lo que está haciendo mal. Cuesta trabajo no meterse. Evidentemente, es una de las personas que más quieres en el mundo. Pero, ¿qué le vas a hacer ? Te voy a dar 5 razones por las cuales es mejor hacerte a un lado.
Razón 1. Ella lo sabe…
El temor de que la relación de tu amiga la esté lastimando más que ayudando, es perfectamente normal. Comúnmente pensamos que, si no intervenimos, nunca se dará cuenta de lo que realmente está pasando. Por supuesto que es válido hablar con ella acerca de lo que está pasando. Pero si ya lo hiciste más de 5 veces, debes de aceptar que ella lo sabe. Está perfectamente consciente de lo que está haciendo mal. Si ella insiste en seguir con él, sus razones tendrá.
Razón 2. La relación es de dos
Aunque no sea el indicado, las relaciones amorosas son de dos. No hace falta decir más. A pesar de lo mal que la está pasando, tú solo puedes ver un lado del cuadro. De nada sirve que le insistas y la hagas racionalizar, porque créeme que lo tiene en su cabeza todo el día. Pero si no lo quiere dejar, no tienes varita mágica para deshacer la relación. A pesar de lo que puedas opinar, nadie sabe mejor qué es lo que realmente pasa en una relación que los integrantes de la misma. Si él es el malo , créeme que tarde o temprano se irá.
Razón 3. El autoestima
Decírselo 50 mil veces no va a hacer que deje al sujeto. Es una cuestión mucho más profunda que simplemente dejar al sujeto que la está maltratando. Se trata de un problema de autoestima. Si tu amiga tuviera autoestima y se amara a sí misma, esta situación nunca se hubiera dado. Suena muy feo y lo es. Pero todo el mundo atrae al tipo de persona que cree merecer inconscientemente, por supuesto. A veces después de este tipo de relaciones, las mujeres reaccionan y deciden reformarse a sí mismas. Pero es una cuestión completamente individual.
Razón 4. El desgaste
Es desgastante para ambas estar lidiando con este tipo de situación. Ver llorar a tu amiga no es nada agradable, enojarte y pasar horas hablando acerca de lo mismo tratando de convencerla de ponerle un fin no sirve de nada. El día de mañana va a llegar con el mismo cuento de todos los días. Se que esto es difícil de aceptar. Y no digo que no estés para ella cuando lo necesite, lo único que objeto es que no hagas corajes. Con mucha suerte, dentro de un tiempo, solita lo va a dejar así que no te preocupes, respira y deja que todo fluya.
Razón 5. El tiempo
Dale tiempo al tiempo. Es lo único que podemos hacer. Apoyar a nuestra amiga cuando lo necesite, escucharla, abrazarla.
Estar ahí para ella, sin esperar ningún cambio al respecto. Después de de tanto tiempo perdido, ella encontrará su camino.
Cuesta pero, ¿ya viste por qué no te debes meter en su relación?
