Los consejos para ser la mejor dama de honor

La verdad es que siempre me había tocado ser una de las damas de honor del montón. Aquellas que solo asisten a la cita para ver el vestido que todas luciremos en la boda. Más allá de eso, no había tenido otra responsabilidad. No es que no me interesara que mis primas disfrutaran su día al máximo, pero nunca fui la dama de honor principal. La verdad es que es muy cómodo ser una más porque solo disfrutas de la fiesta; nada de dramas y, por supuesto, cero responsabilidades. Sin embargo, hace una año mi mejor amiga de la universidad me pidió que fuera su dama de honor. ¡Claro que acepté! ¿Qué tan difícil podría ser?

 Apoyo emocional

Conocía todos sus gustos, según yo, y siempre podría calmarla cuando se alteraba o se sentía muy nerviosa. La realidad es que todas las mujeres se transforman en un lobo feroz cuando de su boda se trata. No podría reconocer a mi amiga, era otra. Luego de una discusión quería tirar la toalla. Hablé con ella para decirle que no podía ser más su dama. Por supuesto, lloró desconsolada y me pidió que no me fuera, que le diera otra oportunidad pues estaba muy estrenada. Decidí quedarme y ser su apoyo incondicional. Es un hecho que las futuras novias atravesarán por una montaña rusa de emociones durante todo el proceso hasta el día de a boda. Hoy están alegres, mañana frustradas y enojadas. Lo que te recomiendo es acompañarla en todo momento, y no te lo tomes personal. Cuando la boda haya pasado se van a reír de todas la anécdotas que pasaron juntas.

El vestido perfecto

El día de la compra de vestido debes estar presente. Es importante que hagan un frente común, pues siempre la suegra o la mamá pueden no tener tacto para decir que el vestido no le gusta. Apoya a la novia en todo las decisiones que ella tome. Si no está segura dile que no hay problema, que pueden regresar otro día para que su mente esté despejada. Cuando haya elegido el vestido, dile lo hermosa que se ve.

Planea una despedida de soltera

Una de las cosas que aprendí al ser dama de honor es que la despedida de soltera no es tu fiesta. Ya tendrás tu propia boda y podrás hacer en ella lo que quieras. Piensa en la novia: ¿qué le gusta? ¿es atrevida o más bien tímida? ¿Quisiera compartir ese tiempo con su prometido? A pesar de que los strippers podría poner sazón a la reunión, si a ella no le gustan, evita contratarlos. Si alguien más quiere apoyar no dudes en aceptar, entre más manos mejor.

Eres el catalizador

Cuando termine todo, estarás muy orgullosa de ti y, por supuesto, tu amiga te querrá más. Te recomiendo que mantengan una comunicación clara. Pregúntale en qué detalles, por mínimos que sean, puedes ayudarla para quitarle un peso de encima. Mi amiga, por ejemplo, estaba muy preocupada porque su papá no faltara a su cita con el sastre, ya que sabía que era capaz de olvidarla. Conseguí el teléfono del señor y muy amablemente le recordé la cita, incluso me ofrecí a llevarlo. El papá de mi amiga me dijo que no necesitaba niñera, pero no me importó, fui a su casa y lo lleve a la sastrería.

¿Cómo ha sido tu experiencia como dama de honor?