Deja que las personas se ganen el derecho de estar en tu vida y no las des por sentado

¿Recuerdas esa lista negra y blanca que tenías cuando eras niña para escoger a tus amigos y a los que no lo eran? El mundo adulto funciona de la misma forma, aunque a veces no lo recordemos. ¿Deberíamos ser así de tajantes como los niños cuando son pequeños? Bueno, hay varias consideraciones que hacer para que las personas se ganen el derecho de estar en tu vida.

¿Te acuerdas de cuando eras niña?

Hace una semana, mi sobrina estaba jugando con unas vecinas de su edad en el patio de mi casa. Mientras jugaban a las muñecas, una niña le jaló la greña a otra. Entonces todas las niñas le dieron la espalda a la grosera y la dejaron jugando sola en la mesa. Eso me dejó reflexionando largo rato. No digo que tengamos que ser así de tajantes con todas las personas que nos rodean. Lo que me impresiona es que, de niñas, teníamos la habilidad de decirle a la cara a la niña o niño que nos jalaba el cabello “eres malo, ya no quiero jugar contigo”. Además, tomábamos acciones inmediatas, como ir a acusarlo con mamá o darle la espalda. ¿Qué pasó con la niña que decía: “No me gusta, eres malo”? ¿A dónde se ha ido esa niña que se respeta y pone límites?

Escogiendo la lista blanca

Cuando crecemos, decidir quién se queda y quién se va es toda una aventura. Hay muchas más cosas involucradas: sentimientos, emociones, educación, conveniencia, hipocresía, etc. Deberíamos tener más cuidado al elegir a las personas que dejamos pasar a nuestra vida. Sabes perfecto por quienes lo digo. Hay “amigas” que solo pasan las horas hablando de ti a tus espalda. Hay también amores que en vez de dar te quitan. Me gustaría que la próxima vez que alguien se esté pasando de la raya contigo, recuerdes a esa niña que dice: “No quiero ser tu amiga”.

Las personas que están en la lista blanca

Es muy sencillo identificar a las personas que pueden quedarse en tu vida. Están contigo todos los días aunque no se hablen. Son amigas que te apoyan, familia que está cerca y por supuesto amores que te dan lo mejor de sí mismos. Son las personas que se hacen presente de cuando en cuando. Es ese amigo remoto que te pregunta cómo estás, sabe un poco de tu vida y tiene tiempo para reír contigo. Es esa amiga a la que le escribes en la madrugada cuando te partieron el corazón. Es ese chico que sonríe al ver tus mensajes en su móvil, ese que te manda memes para que te rías y se preocupa por dónde estás en la noche.

Atesora y ama a quienes se mantienen cerca

Y sé también de esas personas; de las que buscan y no esperan ser buscadas. Sé de las personas que preguntan “¿cómo estás?”, antes de contar los problemas. Agradece a todas esas personas que buscan la forma de estar en la lista blanca porque te aman. Estas personas siempre estarán para cuidarte, aportarte y apoyarte en lo que hagas. Ama con profundidad a ese amigo que al otro lado del continente se hace presente cada vez que puede. Incluso a la tía que te manda esos memes tan extraños o el Piolín de buenos días. Ama al hombre que se da el tiempo de darte los buenos días.

Deja que las personas se ganen el derecho de estar en tu vida

No te digo que te vuelvas super exigente con quienes te aman. Aprende a reconocer a quienes no se están ganando el lugar, para que no pierdas ni tiempo, esfuerzo o falsas emociones en ellos. Sabes perfecto quiénes son esas personas. La amiga que solo te habla para contarte sus problemas pero nunca tiene tiempo para que tú hagas lo mismo. Es el chico que que nunca te pregunta cómo estás y solo te habla cuando se siente solo. Incluso la familia que te habla solo cuando le hace falta el dinero. Parece duro, pero deja que las personas se ganen el derecho de estar en tu vida.

Hay quien quiere estar y nunca hace nada. Por ahí dicen que “el interés tiene pies” y creo que tienen razón. Espero que en alguna parte de ti esté esa niña que le quita la muñeca a la amiga que no comparte. La que no le comparte dulces al chico que le jala el cabello. Deja de tener miedo de sacar a las personas de tu vida.