Muchas chicas contamos con la presencia de un mejor amigo en nuestra vida. Sin embargo, sabemos que hay una línea muy delgada entre tener a este hombre en tus brazos como un protector a tenerlo en tu cama como tu pareja. Para algunos mejores amigos nunca llega la decisión de emprender una relación que puede acabar en desastre. Sin embargo, para otros, decidir entre seguir solo como amigos o avanzar a algo más es una pesadilla. Es lo que a mí me pasó y debo decir que tomar la decisión no fue nada sencillo.
Amistad entre hombres y mujeres
Algunos dicen que es posible, otros tantos dicen que es una fantasía. Yo he comprobado que es posible tener una amistad de años con distintos hombres sin que exista un peligro inminente de que pase algo más. También sé que tener una relación de mejores amigos puede ser muy truculenta. Siempre existe una remota posibilidad de que ambos tengan un poco de atracción por el otro o bien, que solo alguno de los dos la sienta. Como quiera, este tema está prohibido cuando se trata de tener una amistad. En ocasiones puede ser evidente, pero ninguno de los participantes suele arriesgarse a hacer algo. ¿Es posible? Creo que es posible siempre que ninguna de las dos personas mezcle sentimientos.
Tener a tu BFF el resto de tus días
Tengo 14 años de amistad con mi mejor amigo. Nos conocemos de pies a cabeza y sí, en algunas ocasiones las cosas se pusieron truculentas entre nosotros. Nos hemos besado, incluso ha habido un poco más de acción entre nosotros. Sin embargo, conforme los años han ido pasando nuestra amistad ha crecido. El día de hoy hemos dejado de ser esos adolescentes que se besaban en el pasto de vez en cuando o los que se ayudaban a poner celoso al novio(a) en turno. Nuestra situación era bastante obvia, sabíamos que ambos teníamos sentimientos muy bien guardados, pero siempre habíamos tenido una amistad funcional. Para mí era una gran ilusión conservar a este hombre el resto de mis días. Sin importar cuantas parejas amorosas hubiese en mi camino, sabía que él siempre iba a estar a mi lado.
O tal vez no…
El problema con el pensamiento “quiero que esté para mí toda la vida” es una gran mentira. Quizá esto puede pasar en las primeras etapas de nuestra vida, pero luego cambia. Cuando llegamos a esa etapa en que el resto del mundo comienza a tener una pareja formal, las dudas comienzan a surgir en tu mente. En mi caso fue durante una boda. Estábamos sentados viendo a uno de nuestros mejores amigos casarse con la chica de sus sueños. Entonces las dudas comenzaron a surgir en mi mente como una caja de Pandora. ¿Y si lo pierdo un día? ¿Va a seguir contándome todo después de que tenga hijos? ¿Su esposa se convertirá también en mi BFF? ¿Es posible tener un mejor amigo estando casada? Entonces, al respecto comencé una charla sin retorno con mi mejor amigo.
Y cuando se abre la caja de Pandora, ya no se cierra
Tener a tu mejor amigo el resto de tus días o convertirlo también en tu amante, confidente y pareja formal es el dilema. En esa boda nuestras mentes divagaban a tal grado que ninguno de los dos comió o bebió algo. El me confesó que la verdadera razón por la cual me tenía como mejor amiga era precisamente para que entre nosotros nunca existiese ese final al que llegan todas las relaciones. Esa era la razón por la cual yo también lo tenía como mejor amigo y también por la cual evitaba estas escenas románticas en las que de vez en cuando nos veíamos envueltos. Nos encontramos en la cuerda floja, pues arriesgarnos a tener una relación puede ser la mejor o peor de las ideas.
Por increíble que parezca, dejamos el miedo atrás y nos arriesgamos a convertir nuestra relación de 14 años en puras cenizas. Decidimos dejar de intentar controlar el futuro. Vivir ahora es lo más importante, así que puede que dentro de unos años me quede sin mi mejor amigo. O puede ser también que de hoy en adelante despierte cada día al lado de mi mejor amigo, mi novio y mi amante.