Por muchas generaciones, ha existido el mito de que hay rivalidad entre la suegra y la nuera. Ok, eso es cierto, pero no en todos los casos. Creo que eso sucede porque las madres son sobreprotectoras y a veces sienten que la persona que está con sus hijos no es la mejor. Sin embargo, hay casos en los que eso no aplica. Además, hay ciertas cosas que no debes permitirle a tu suegra por el bien de tu relación. Toma nota.
Jamás debes permitirle a tu suegra…
Que les ofrezca vivir en su casa. Es lo peor que puedes hacer, porque significa darle el poder sobre muchas cosas de tu relación.
Cuando tengan que tomar decisiones, la última palabra la toman tu esposo y tú, nadie más.
Ustedes como pareja, deben tener momentos privados. Si quieren salir a cenar, no siempre inviten a su madre. Es importante que ella sepa que su hijo ha decidido formar su propia familia.
No dejes que ella sea quien decida cómo se llamarán sus hijos. Puede dar sugerencias, pero no tiene porqué decidir algo tan importante.
Lo mismo pasa con la forma de educar a sus hijos, es un asunto de tu esposo y tuyo. Pueden pedirle ayuda, pero deben dejar en claro la forma en que ustedes están haciendo su labor de padres.
Tampoco le permitas que se exprese mal de ti. Puede ser que no le caigas bien, pero de eso a que se la pase haciéndote desplantes o haga comentarios malos sobre ti, hay mucha diferencia. Eso sí, tú debes hacer lo mismo. El respeto siempre debe ser parte de la relación suegra/nuera.
Lo más importante es que jamás pasen la barrera del respeto. No importa si te cae bien o no, deben tener una relación cordial porque ella es la madre de tu esposo y él (te guste o no) la defenderá y querrá también.
