Consiénteme con tu tiempo y atención, yo puedo financiarme

 Como a toda mujer, me encanta que me consientas, la verdad. Sin embargo, eso no significa que quiera tu dinero. Aunque parezca lógico, la realidad es que puedes consentirme de muchas maneras que no involucran que me pagues algo. Una de ellas es darme tu tiempo.

Cada quien sus gustos, claro. No obstante, la esencia siempre es la misma: valoro que prestes atención a lo que me importa y lo hagas sin que te lo pida.

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No tiene que ser caro

La verdad es que la mayoría de las mujeres no esperamos que nos des algo carísimo todo el tiempo. Me parecía lindísimo que me invitaras una cena o algún otro detalle cuando todavía estábamos saliendo, pero no eres mi cajero automático, no necesito tu dinero para sobrevivir.

Siempre se agradece la atención detrás de un regalo, pero si no me dejas pagar nada, parecería que necesito de ti. Es ridículo que yo pida que en mi trabajo no se me pague menos por el simple hecho de ser mujer, mientras que en nuestra relación “pida” que tú me pagues todo nada más por ser hombre.

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Todo mundo quiere que lo cuiden…

Y no voy a pretender que soy la excepción. La primera vez que me enfermé como adulta fue un infierno para mí. Esperaba que llegara alguien con un caldo de pollo, un abrazo y un: “Todo va a estar bien”. No fue así. Con todo y mis dolencias tuve que preparar mi comida y ponerme cómoda yo solita. Ahora que tengo compañía, no tiene por qué ser igual.

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…pero se nos olvida lo que significa

No se trata de que alguien me pague el doctor, el caldo o el medicamento. Lo que realmente quiero es tu atención y tu tiempo. Saber que cuento con alguien que me cuide y que no estoy sola. Claro, podría estarlo sin problemas, pero tenerte en mi vida alguna aligera la carga.

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Esto de las relaciones se trata de demostrarnos que estamos al pendiente el uno del otro sin importar lo que pase. Que pasas buena parte de tu tiempo pensando en mí y yo otro tanto pensando en ti. No pienso en qué comprarte, sino en qué decirte y en cómo cada aspecto de mi día me hace recordarte.

La verdad, ¿tú cuál prefieres?