Cómo poner límites en una amistad

En cualquier relación, sea de noviazgo o de amistad, es  necesario poner límites para evitar malos entendidos o problemas innecesarios. En ocasiones pensamos que no necesitamos establecer ninguna regla con nuestros amigos y que hacerlo nos hace malas personas por herir sus sentimientos. Sin embargo, esta es una idea equivocada porque en algún momento de la relación surgirá la necesidad de establecer límites. Aquí te decimos cómo poner límites en una amistad.

Habla claro

No importa si tienes muchos años de conocer a tu mejor amiga o si su amistad es reciente. Siempre será necesario que hables con claridad sobre lo que sientes, lo que te molesta o lo que te gusta. De esa forma ella (o ellas) sabrán qué hacer y qué no con respecto a una situación cualquiera que sea. Sé específica sobre lo que sientes. Una buena idea es hablar con tu amiga en un lugar público. Recuerda que también debes saber escuchar.

Respeta

Aunque pienses que ser sincera puede lastimar a tus amigas, es vital hablar en todo momento sobre tus emociones y sentimientos. Los verdaderos amigos entienden que deben respetarte, tanto física como emocionalmente y no hacerte ningún tipo de chantaje. Es necesario respetar los gustos de cada persona sin hacer comentarios ofensivos. Una amistad sana siempre respeta, tanto opiniones como gustos y espacios vitales.

Sin rencor

 

Otro aspecto de establecer límites en una amistad es no guardar viejos rencores. Tanto los rencores como los chantajes emocionales pueden hacer que tu relación se vuelva tóxica. O que cada día se vuelva más complicado hablar sobre algún problema. Si surgió algún conflicto en su relación, hablar y comunicarse siempre será la mejor forma de resolverlos.

Guarda tu distancia

Guardar distancia no significa enojarse para siempre y dejarse de hablar. Quiere decir que si hubo algún mal entendido entre tú y tu amiga, primero debes alejarte y darle tiempo para tranquilizarse. Hablar con enojo es la peor de las ideas, ya que este sentimiento nos hace decir cosas que en realidad no queremos y de las que luego podemos arrepentirnos. Por eso, antes de hablar, primero dense unos días para calmarse y luego platiquen con sinceridad y respeto.