Durante este año las cosas han cambiado de manera radical para grandes y chicos. Hemos tenido que buscar la manera de continuar con nuestra vida desde el encierro. El problema es que muchas de nosotras hemos tenido que dividirnos en mil para poder cubrir nuestro trabajo, atender las cuestiones del hogar y a los hijos. El pasar tanto tiempo en casa nos ha orillado a buscar medidas extremas con tal de mantener un poco de control en toda nuestra vida. En mi caso, todo parecía ir de maravilla, hasta que noté que mi hijo se estaba haciendo adicto a los dispositivos electrónicos.
En qué momento perdí el control de la situación
Sí, no voy a negar que en muchos momentos he recurrido a los dispositivos con tal de entretener un poco a mi hijo para poder cumplir con mi trabajo. En este punto ya no me importaba lo que pensaran de mí, sólo necesitaba encontrar la forma correcta de lidiar con mi vida personal, la vida profesional y mi vida familiar. El problema era que parecía que todo se estaba saliendo de control. Lo que en un principio parecía un escape rápido y cero dañino, con el paso de los días se convertía en lo peor de mi vida. Poco a poco mi hijo se hacía adicto a los dispositivos electrónicos.
Qué hice al respecto
Debo confesar que me preocupé porque todo era mi culpa. Yo había propiciado todo esto y pensaba que ya no habría marcha atrás. Sin embargo, aún no estaba todo perdido. Sólo necesitaba mostrarme firme en ciertas cosas para poder remediar la situación. Lo que hice fue disminuir las horas frente a los dispositivos. Tuvo que ser un cambio gradual porque los primeros días, mi hijo mostraba enojo y desesperación. Era como si no supiera qué hacer con su vida. ¡Por Dios! Sólo es un niño de 6 años.
Mi hijo es adicto a los dispositivos electrónicos
Conforme cambiaba los hábitos, fui descubriendo varias cosas y te compartiré lo que me funcionó.
- Menos horas en el dispositivo.
- Buscar actividades que motiven su creatividad (artísticas)
- Salir a practicar bicicleta o patinaje
- Organizar de otra manera mi horario para poder terminar a tiempo y dedicarle tiempo de calidad a mi hijo
Me ha costado un poco de trabajo, pues a veces tengo demasiada carga de trabajo. Sin embargo, es un sacrificio que hago con tal de no dañar la salud de mi hijo.