Cómo desapegarte de una persona sin sufrir tanto

Últimamente mucha gente habla del desapego. Al parecer, está de moda aceptar lo que siempre ha sido verdad. Que todos y todas somos una naranja completa, ni la mitad ni menos. Desapegarte de una persona, sentimiento, cosa, trabajo o situación puede ser el arma más útil para tener una mejor vida. Al menos a mí me ha funcionado. No obstante, como humano que soy, sigo equivocándome de cuando en cuando. Debo decir que aprender a desapegarte es lo más útil del mundo y yo aprendí a hacerlo así…

Acepta que no necesitas de nadie

Antes rondaba mucho las conversaciones de adolescente y adultos este mito de encontrar a tu media naranja. El mito evidentemente es que necesitas una media naranja para estar completa y feliz. El día de hoy nos hemos convertido en una generación más valiente que acepta su propio valor. Esto no quiere decir que el amor deba quedar fuera de tu vida, para nada. Solo que se trata de un hermoso complemento que nada tiene que ver con una necesidad. Es momento de aceptar que eres un ser individual y completo en sí mismo y no necesitas de una pareja para estar completa. Empieza por dejar este sentimiento de soledad que se impregna tanto en nosotras cuando no hay una pareja. Recuerda qué feliz eras a los 6 años cuando jugabas sola en tu cuarto y tenías un mundo interno solo para ti.

Dejar de darle el poder de tus emociones a alguien más

¿Feliz si te manda mensaje en la mañana? ¿De malas si te deja en visto tres horas? ¿Enojada si olvidó comprar los limones? ¿Triste si de todas las indirectas solo captó una? Los seres humanos somos muy emocionales, el peligro radica en que cada vez que le cedes el poder de tu bienestar emocional a un evento específico, puede que termine dándote una cachetada. Esperar que las personas actúen como quisiéramos no es una buena forma de conducir nuestra vida. Explotar cada vez que algo se sale de control solo evidencia una completa falta de inteligencia emocional. Sé dueña de tu forma de sentir y no dejes que algo tan banal como un mensaje altere tu ánimo y te haga sentir triste, feliz o insegura. Mientras más clara tengas la mente sobre tu felicidad personal, los mensajes de amor, de amistad, las buenas y malas noticias solo son algo que sumara en tú día. No dejes que te definan.

Permanecer o irme

Descubrí una forma sencilla de determinar si permanecer involucrada con una persona, cosa o situación o definitivamente es momento de correr a la salida de emergencia. Para ello aplico esta lista. Si tiene más palomitas que taches, entonces vale la pena quedarse; si no, tengo que tomar una decisión:

  • Me está haciendo feliz.
  • Cuando pienso en esto me siento completa.
  • Es algo que está ayudándome a avanzar.
  • Esta cosa o persona me  ayuda a aprender cosas nuevas.
  • Tranquilidad es la palabra que viene a mi mente cuando pienso en eso.
  • Tiene una puerta enorme y bonita que invita al futuro.
  • Trae bienestar a mi vida.
  • Fluye sin que tenga que poner tanto esfuerzo al respecto.

¿Cómo desapegarte sin que se te quiebre el corazón?

Tu intuición lo sabe antes que tu mente; después tu cerebro lo procesa como algo malo y tu corazón lo cubre con una mantita de unicornios para que se vea bonito y sigas intentándolo. Dejarle la decisión solo al corazón no es de las mejores opciones, pues si tu intuición dice que algo va mal y tu cerebro también lo ha detectado, ya son dos contra uno. Aceptar que la persona, cosa, sentimiento, trabajo no te genera un bien no es del todo difícil. De hecho, lo difícil será desprenderte del mismo. Afortunadamente cuando aprendes a desapegarte de las cosas, dejarlas ir ya no es tan difícil, pues racionalmente sabes que no te está beneficiando en nada. Así que tu corazón ya no se quiebra en mil pedazos ni tiene enormes heridas.

Pero si no sabes cómo hacerlo, esto me ayudo a mí

Ok, tener la cabeza fría es una cosa, pero hacerlo sin que se te rompa el corazón puede ser difícil. Así que pensé en este sistema para que no me vuelva a atorar; espero te sirva.

  • Ten a la mano una lista de cosas por las cuales esa cosa, persona o situación no te está dejando nada bueno. Cada vez que sientas flaquear tu voluntad, sácala y léela para ti.
  • Llora, enójate, riéte… Desapegarte no significa convertirte en un témpano de hielo.
  • Siempre haz las cosas con amor. A veces tenemos que dejar ir una relación o un trabajo en el cuál nos hemos involucrado largo tiempo. Recuerda que nada es eterno en esta vida y que a veces el cambio es bueno para ambas partes. Si a ti no te hace bien la relación, probablemente a la otra persona tampoco. Desapegarte también es aceptar que hay algo mejor para la otra persona. Aclaro: esto no quiere decir que seas poco, también significa que necesitas algo más.
  • Deja de darle tantas vueltas al asunto. Las mujeres fuertes evitan autoflagelarse. Acepta que todo es parte de un aprendizaje y quizá esta vez no haya salido del todo bien, pero ya vendrán tiempos mejores.

Todas las personas, cosas o situaciones que vives llegan a tu vida en el momento indicado. Algunas se van y otras se quedan un poco más. Sin embargo, al final eres tú viviendo cada día, vibrando en la frecuencia que te haga sentir mejor lo que te llevará a una vida más feliz.