Conocí a alguien que abortó y debo confesar que no fue nada grato. Respeto mucho la vida y las decisiones de todas las personas. Sin embargo, no estoy de acuerdo con el aborto, pues es una decisión en la que no sólo tu vida se ve afectada.
Un descuido trae graves consecuencias
Mi amiga ya tiene edad suficiente para saber lo que hace con su vida. Había llegado al tercer piso y podría decirse que estaba plena en todos los aspectos. Tenía un buen trabajo, auto propio y estaba en planes de independizarse por fin. Se encontraba en las nubes con el chico con el que había empezado a salir.
No todo es miel sobre hojuelas
Ella se sentía plena con el hombre con el que salía. Es un buen muchacho, trabajador y muy inteligente. El único problema (según la opinión de la madre de mi amiga) es que él no era un hombre digno de su hija porque ya tenía una responsabilidad mayor. Fue padre muy joven y sus hijos viven con él. Entonces, la mamá de mi amiga no estaba para nada de acuerdo con esta situación.
El corazón manda
A mi amiga no le importó y decidió continuar la relación con su pareja. Se fue enamorando de él y estaba muy contenta. Al principio tenía miedo de tener intimidad con él, pues había estado sólo con un chico, el amor de su vida. Poco a poco se fue animando, hasta que logró compenetrarse con él en la intimidad. De acuerdo a lo que me contó, fue muy lindo y no se arrepentía de lo que había pasado.
Todo se salió de control
Así pasaron los meses y con más frecuencia tenían relaciones sexuales. Sin embargo, dejaron de usar condón, porque él no “sentía igual de bien”. Cuando me contó eso mi amiga, me sorprendí un poco y al mismo tiempo me cayó mal la actitud de él. También sé que nadie obligaba a mi amiga a seguir a su lado, pero me daba coraje que permitiera eso. Me daba coraje porque ni siquiera usaban otro método anticonceptivo y me preocupaba que ella quedara embarazada. Además, ella, con tal de complacerlo a él, había tomado la decisión de ir al ginecólogo para ver qué otro método le convenía.
Piensa en ti primero, antes de querer complacer a otro
Fue al ginecólogo, pero ningún método la convencía. Aunque yo más bien pienso que tenía miedo de todo lo que podía causarle el uso de las hormonas. Como no se decidió por ningún método, siguió teniendo relaciones sin protección hasta que un día me dio una noticia que, aunque no esperaba, sabía que podía pasar debido a las circunstancias. Se enteró de que estaba embarazada.
Yo sabía cuál sería la decisión que tomaría, pero jamás estuve de acuerdo. En cuanto se enteró, habló con la ginecóloga para hacer una cita. Al día siguiente la recibió y le aplicó una inyección porque le dijo que tenía poco tiempo de embarazo. Después, ella siguió su vida normal, tan normal, que parece que no entendió la lección y siguió sin cuidarse.
Sinceramente yo estoy en total desacuerdo del aborto por casos como éste. No cupo la cordura en mi amiga y siguió haciendo lo mismo, pensando que tal vez la inyección la salvará cada que pase algo así. Fue entonces cuando yo me di cuenta que es un hecho que las personas no tenemos los mismos valores. Yo no digo que no disfrute del sexo, pero debe hacerlo de manera responsable. Además un embarazo no es lo único a lo que se expone, pero bueno, bien dicen que cada cabeza es un mundo.