Nadie relaciona naturalmente una gran pelea con algo positivo. Y es que a veces, pasando la tormenta, no sabemos como regresar a la normalidad. No tiene que ser la gran batalla que casi acabe en divorcio, puede ser meramente una discusión pero una parte de esta se queda dándote vueltas en la cabeza. ¡Cambia el enfoque! Si no hubiera amor en tu relación, tu pareja ni siquiera pelearía solo te ignoraría para poder estar en paz. Así que aprovecha ese amor para acercarte más a tu pareja durante su proceso de curación.
1. Cállate y escucha
Esta es una oportunidad de oro para saber qué pasa en la cabeza de tu pareja. Sólo necesitas tener la disposición de escuchar. Ahora no es tiempo de hablar, quizás más tarde puedas hacer comentarios. Aprovecha este instante para conocer las preocupaciones, temores, opiniones y molestias de tu pareja en la relación. Es su momento, ten la disciplina mental para resistir la tentación de contestar.
2. Habla con y por amor
Tienes que pensar bien qué quieres decir y cómo. Primero evalúa si realmente es indispensable decirlo. Puede parecer un punto pequeño en la pelea, pero si sabes que fácilmente puede crecer o simplemente te parece insoportable es mejor ahorrarte la pelea que sigue.
3. Responsabilízate de tus emociones
Tu pareja no te hace feliz, tú decides estar feliz en su compañía. Así que es hora de que te adueñes de tus emociones y busques la manera de expresar lo que te pasa. Muchas veces, nuestra pareja le atina exactamente al trauma que tenemos. Sin embargo, él no adivina. Trata de moderar tus reacciones con base en lo que sabes de ti misma y aprovecha este momento vulnerable para expresarle a tu pareja toda la historia detrás.
4. Sintonía y sincronía
Se trata de estar con el mismo nivel de energía al mismo tiempo. En este particular caso, si él está dispuesto a expresarse es tu momento de escuchar. También te llegará tu turno. Asegúrate de que al acabar la pelea, ambos tengan un oportunidad para desahogarse sin ser juzgados y sin faltarse al respeto.
5. Siempre escoge ser feliz
Hay veces en que nos surge una increíble necesidad de tener la razón. Eso puede hacer que interrumpas a cada rato a tu pareja para que te rectifique la verdad. La verdad es que esta insistencia por contar tu versión de la historia sea solamente ego disfrazado de justicia. Todos necesitamos desahogarnos de vez en cuando y es vital que tu pareja sienta que tiene un espacio para hacerlo contigo. Imagina que quieres ir corriendo con tu mejor amiga a contarle un problema y lo único que recibes son reprimendas por todo lo que haces mal y deberías mejorar. ¿Así cómo vamos a trabajar en la confianza?
Sigue así y verás que tener peleas puede ser una oportunidad de acercarse el uno al otro.