¿Adicta al amor? Cómo saber si ese es tu caso

El amor nos hace perder la cabeza y eso no siempre es malo. Más bien se trata de saber hasta qué punto estamos haciendo algo bueno o en qué momento las cosas comienzan a salirse de control. Volverte adicta al amor puede ser contraproducente para ti. Si no me crees, sigue leyendo.

La realidad en las relaciones

El amor es bonito cuando es correspondido. La problemática empieza cuando una persona no es capaz de vivir sin alguien a su lado. Si se está así por mucho tiempo, hay peligro de tener un trastorno de dependencia sentimental o adicción al amor. Al igual que cualquier otra adicción, se pierde el control sobre la conducta y hay malestar físico y psicológico. La persona adicta al amor es dependiente de su pareja y siente la necesidad de controlar la relación.

Adicta al amor

La persona que se vuelve adicta al amor carece de autoestima y no sabe estar en contacto con ella misma. Necesita de otro para definir su vida y así llenar el vacío psíquico, físico y emocional que tiene. Si la dependencia no es tratada, puede caerse en problemas más serios como depresión o intento de suicidio.

¿Cómo saber si lo soy?

Las personas que sufren adicción al amor buscan personas que les permitan estar cerca todo el tiempo. Tienen actitudes controladoras y es celosa y obsesiva. Esto puede ser resultado de haber estado en un núcleo familiar en el que no se reforzó la seguridad o se aprendieron patrones de relación tóxicos.

Para que tengas una relación amorosa estable, es importante que al finalizar una relación siempre tengas un momento de duelo. Disfruta el tiempo contigo, haz cosas que te gusten y jamás descuides otras áreas de tu vida. La familia, los amigos y el tiempo individual son muy importantes para que tu vida esté en armonía.