¿Sabes? No necesariamente tiene que llevarte mal con tu suegra. Hay suegras de todo tipo. Desde la que es amable con su nuera por el bien de su hijo, hasta la que piensa que nadie lo merece, pasando por la que te ignora olímpicamente. Cualquiera que te haya tocado, es preciso llevarse bien con ella, por el bien de tu relación.
Primero recuerda estas 3 razones para llevarte bien con ella:
Ella crió a tu marido
Desde que nació, ella ha estado ahí para él. La mayoría de sus primeras veces en la vida las compartió con ella. En comparación, tu tiempo con él no es nada. Lo que sea que hayas hecho por él no es nada en comparación con los retos que ella ha enfrentado en su crianza. Si se entera de que no lo tratas bien, definitivamente no te tratará bien.
Formó una vida con él antes que tú
Todo padre crea una imagen de cómo serán sus hijos al crecer. Si bien la mayoría no impone esas expectativas en sus hijos, sin duda todos desean lo que consideran mejor para ellos. Quizá le cueste ver cómo cada vez es menos parte de su vida. No es contra ti, es más bien la idea de dejar ir a su hijo, lo que a inquieta.
Nunca querrá perderlo
Muchas madres, desde que están embarazadas, tienen miedo de que sus hijos no las quieran. La intensidad de ese temor fluctúa y a algunas les da cuando su hijo alcanza la adultez. ¿Seguirá siendo parte de sus vidas cuando ustedes estén juntos?
Quizás quieras una gran relación con tu suegra o por lo menos una agradable. Es terrible poner a tu pareja entre la espada y la pared, así que mejor recuerda estas 3 claves al convivir con tu suegra.
Limita su acceso a la información
Es importante que tú y tu pareja entiendan claramente los límites de su relación y la confianza con tus suegros. Entre menos sepa de ti, menos motivos tendrá para reclamarte. Hay aspectos de tu relación que es mejor dejar entre ustedes dos. Si necesitan un confidente busquen hermanos o amigos, no a sus padres. ¡Es muy complicado!
Siempre sé respetuosa
Esta parte no necesariamente será recíproca, pero debes insistir, resistir y no claudicar. No siempre será fácil, especialmente si te tratan mal, pero debes hacerlo por el simple hecho de que es lo correcto. Además, tu pareja te lo agradecerá.
Tiempo de hablar… y de callar
De vez en cuando, hará o dirá algo que te provocará enormes ganas de responder. Muérdete la lengua. Sé fuerte. Aunque tengas justa razón para hacerlo, es mejor callar. La relación con tu marido se fortalecerá mucho más si resistes el impulso de contradecirla en pequeñeces. Claro, hay límites en que deberás hablar con firmeza, pero en general vale la pena escoger tus batallas.
¿Tú cómo te llevas con tu suegra?