Los tratamientos de belleza más dolorosos que hay

La búsqueda de la belleza ha conducido a muchas mujeres a alterar su cuerpo de maneras inimaginables. En ocasiones olvidamos que lo más importante es nuestra esencia como persona. No digo que los tratamientos estéticos sean algo malo, sino que deben hacerse con cuidado. Además, siempre debe tenerse en mente que son una opción y no una obligación. Estos son los 10 tratamientos más dolorosos que hay… ¿Te has sometido a alguno?

 Depilación íntima

Muchos hombres y mujeres recurren a esta práctica. Entre los métodos más comunes están la depilación con máquina de afeitar. También está la depilación con cremas, cera y láser.  Sin embargo, debemos recordar que el vello púbico sirve para proteger nuestros genitales y evitar el contagio de alguna infección.

 Maquillaje permanente

El maquillaje permanente consiste en tatuar tanto las cejas como la línea de los ojos. También existe la posibilidad de agregarle color a los labios y redefinir su forma. Las ventajas de estos procedimientos son la facilidad para complementar el maquillaje diariamente. Así mismo, el ahorro de tiempo es uno de los motivos para recurrir a este método. Sin embargo, la micropigmentación es sumamente dolorosa.

 Entre los tratamientos raros está usar sanguijuelas para erradicar toxinas

Sí, chicas, tal como lo oyen, algunas personas usan sanguijuelas para desintoxicar su sangre. Ademas, las personas que se han sometido a este tratamiento aseguran que la piel queda luminosa y resplandeciente. Estos beneficios se originan debido a que la sanguijuela al succionar la sangre hace que la presión arterial disminuya. Así mismo favorece la circulación en la sangre.

 Sangre para rejuvenecer la piel

Los “faciales vampiros” son famosos tanto por lo extremo del procedimiento como por sus resultados. Este método consiste en obtener sangre de la paciente. Después  mezclarla  con gluconato de calcio y finalmente inyectarlo en el rostro. Este método asegura muy buenos resultados debido a las proteínas y vitaminas que se encuentran en el plasma sanguíneo, pero aguantar piquete tras piquete ¡no tiene sentido!