A las chicas que nos consideramos fanáticas del makeup se nos llama beauty junkies. Todo es juego y diversión con el apodo hasta que realmente cruzas la delgada línea entre el gusto y la adicción. Como buena beauty junky, ha llegado el momento de evaluarte y confesar:
¿Eres adicta al maquillaje?
Tienes muchos tonos de lipstick en la misma gama
La primera señal de una verdadera beauty junky se advierte cuando compra diferentes tonos del mismo color de lipstick. Digamos: cinco morados, tres rosa claro, tres rojos, cuatro fucsias, etc. Obviamente eres experta diferenciando un rojo puro de un rojo anaranjado o un rosa con base azul de uno durazno. A los ojos de los mortales no existe diferencia, pero tú sabes perfecto cuál usar en cada ocasión.
Compras brochas al por mayor
¡Eso de conformarte con las brochitas mini que vienen con el producto es de amateurs! Una verdadera beauty junky sabe que las herramientas son casi tan importantes como el producto. Seguro conoces las últimas tendencias, las diferencias entre cada forma de brocha y además adquiriste un kit de tu color favorito o con un estuche especial.
Usas más de dos tipos de rímel todos los días
Cada rímel tiene diferentes propiedades, sólo una beauty junky sabe que mezclar diferentes capas con diferentes propiedades es lo que creará las pestañas perfectas. ¡Y ni siquiera hemos hablado de los diferentes cepillos!
Tienes una colección de blenders
Una chica común y corriente tal vez ni siquiera tenga un solo blender. En cambio, tú sabes que un maquillaje no queda hasta que está perfectamente difuminado. ¡Salir de tu casa con una línea de maquillaje es pecado! Por lo tanto, requieres de diferentes materiales, tamaños y formas de blenders en tu día a día. Por si fuera poco, necesitas un lugar donde guardarlos y el líquido para limpiarlos.
Tienes una base diferente para cada ocasión
Una BB cream, CC cream, en polvo, mate, con protector solar, etc. ¡Hay muchísimas variedades! Además, cada marca ofrece una gama diferente de tonos y como buena experta sabes qué marcas mezclar para encontrar un tono más fiel al de tu piel. Por si fuera poco, posees además algunos tonos más claros y otros más oscuros para crear tu propio contour.
Ya no encuentras donde guardar tu makeup
¡El empaque está divino! Sólo un desalmado se atrevería a tirarlo. Además, no puedes deshacerte de un producto hasta que se acaba. Sí, hasta la última gota.
Al llegar a tu casa, tienes que esconder las bolsas de makeup que acabas de comprar
Tu familia y/o pareja ya te tiene amenazada: “¡Ni una bolsa más!”. Ellos no comprenden que tú solo estabas dando una vuelta por la sección de maquillaje y viste ese producto que estabas buscando desde hacía tanto. Sólo otra beauty junky podría entender la fuente de tu adicción.
La mejor parte de esta adicción es que no existe tratamiento.
Sin embargo, si buscas inspiración síguenos en nuestra página dedicada al makeup: Yo Amo el Maquillaje- Stylish.
