7 cuidados que necesitas para evitar a toda costa la piel reseca

Hay muchos factores que pueden afectar a tu piel. La piel reseca puede ser provocada por factores ambientales como la temperatura y la contaminación o hasta por causas internas, como falta de hidratación o nutrientes. Muchas mujeres sufrimos de piel reseca especialmente en piernas, codos y antebrazos.

Utiliza cremas hidratantes

La razón principal de la resequedad es que la capa superior de la epidermis no retiene la humedad. Las cremas hidratantes ayudan a sellar la hidratación. Entonces, busca los ingredientes que más favorezcan a tu tipo de piel para proporcionarle este ingrediente que le falta.

Al bañarte…

Debes limitar tu baño; quédate bajo la regadera de 5 a 10 minutos, ¡máximo! Si te pasas de ese tiempo, eliminarás gran parte de los aceites naturales de tu piel y pierdas humedad. Finalmente recuerda usar agua tibia y fría en vez de caliente para no tener la piel reseca.

Los jabones

Los jabones funcionan quitando los aceites naturales de tu piel a los cuales se les adhirieron bacterias. Mejor usa jabones hidratantes especiales o limpiadores libres de jabón. Los jabones perfumados o con alcohol, son aún más agresivos con tu epidermis.

Herramientas al bañarte

Evita las esponjas de baño, cepillos y paños que sean abrasivos. Busca las opciones que sean suaves y no te talles con demasiada fuerza. Lo mismo ocurre al secarte con la toalla, debes acariciar tu cuerpo en vez de frotarlo.

Después de bañarte

Aplica un producto específico para hidratar tu piel inmediatamente después de secarte o lavarte las manos. Esto ayudará a sellar la epidermis y a retener la humedad.

Evita rascarte a toda costa

Cuando tienes la piel reseca llega a tal grado que empieza a causarte picazón y hasta descamación. Rascar tu piel empeorará todo. Si sientes molestia, aplica un poco más de crema humectante y sentirás alivio de inmediato. Si aún así no te funciona, puedes aplicar una compresa fría en el área.

Cuidado con tu ropa

Para prevenir la piel seca también tendrás que poner atención a los detergentes que usas al lavar tus prendas. Algunas personas son más sensibles a los detergentes perfumados y a los suavizantes. También debes saber si eres alérgica o sensible a ciertos tipos de tejidos. Entonces, si el detergente o la fibra causan irritación o incomodidad, descártalos.