Es un dÃa normal en el que realizas tus actividades cotidianas. Todo va bien, te sientes de buen humor. Repentinamente comienzas a sentir que la temperatura sube, algo comienza a arder dentro de tu cuerpo. Le preguntas a tus amigas: “¿Hace mucho calor, no?”.  Ellas te contestan que no, de hecho sienten frÃo. De nuevo te atacan esos incómodos bochornos, pero ¿de dónde vinieron? ¿Cómo detenerlos? Veamos  algunas causas que los originan.
Menopausia
En esta etapa tu regulación hormonal sufre muchos cambios. La producción de estrogéno y progesterona disminuye al grado de perder la menstruación y, con ello, la capacidad reproductiva.
Es por eso que en este periodo de tu vida debes cuidar tu salud. La pérdida de ambas hormonas afecta la regulación de distintos órganos originando trastornos como la osteoporosis, la cistitis y la incontinencia urinaria, entre otros.  No te preocupes, sólo debes ser más cuidadosa y tu calidad de vida no disminuirá.
Estrés y ansiedad
El estrés es el origen de muchos males. Cuando sufrimos estrés, el cuerpo soporta demasiada presión, la cual le impiden regular sus funciones de manera correcta. Si al estrés le sumamos ansiedad, se origina un combo imparable que desembocará en los odiados bochornos. Es por ello que debes equilibrar esos malestares realizando distintas actividades. Practica yoga, bailar, ve a correr o al gimnasio. Ten mucho cuidado con el estrés y la ansiedad, si no los controlas, podrÃas sufrir un  colapso nervioso.
Bochornos como consecuencia de algunas enfermedades
Los bochornos pueden ser señal de algunas enfermedades que no han sido tratadas. Por tanto, cuando sufres de estos episodios tienes que acudir a tu médico para que te realice una revisión general y detectar la causa. Algunas enfermedades que los provocan son el hipertiroidismo. También se asocia con la presencia de tumores, como el feocromocitoma y los carcinoides.