Vamos empezando el año y lo que menos queremos es dejar de lado la dieta. Tal vez entre tus propósitos está el comer mejor y hacer más ejercicio. Es importante que después de tanto exceso, tu cuerpo tenga un descanso. Un detox es lo que puede ayudarte y puedes llevarlo a cabo sin dejar tu dieta abandonada.
Libérate de las toxinas
Usar algún método de depuración ayuda a que tu cuerpo elimine las toxinas que no necesita. También contribuye a reducir la carga del sistema digestivo y mantiene limpia la sangre. Además, ayuda a prevenir ciertas enfermedades y a mantener tu figura. Deshacerte de las toxinas contribuye a que tus riñones, hígado y otros órganos trabajen mejor. Aunque no lo creas, muchos de los malestares que a veces tenemos se deben al exceso de toxinas en el cuerpo. Puedes seguir un plan detox cuando la indigestión y gases son frecuentes. Si tienes inflamación abdominal o dificultad para concentrarte, un detox te beneficiará. El mal aliento o dolor de cabeza constante también pueden ser causadas por toxinas en el cuerpo.
Dieta y detox
Los cambios que necesitas hacer no son bruscos. Más bien se trata de adoptar hábitos alimentarios para fortalecer al organismo. Lo primero que debes considerar es incrementar el consumo de verduras. Consumir verduras crudas ayuda a tener nutrientes que el organismo necesita. Eso mejora el funcionamiento del hígado. Incluye col, acelga, espinaca, tomate, cebolla, espárragos y alcachofas en tu dieta.
Mucha fruta y cereales
Las frutas poseen antioxidantes, fibra dietética y agua, que favorecen el proceso de digestión. Lo recomendable es ingerir entre 3 y 5 porciones durante el día. Puedes comer melón, piña, manzana, pera, uvas, sandía o ciruelas. Los cereales integrales tampoco pueden faltar, pues son una fuente de energía. No olvides que además de la fruta y los cereales, debes tomar mucha agua. El agua también depura al organismo y garantiza una mejor digestión.
Debes evitar…
Si realmente quieres que funcione el detox sin dejar de lado la dieta, aléjate de los alimentos procesados. Son apetitosos, pero contienen mucha grasa y azúcar que va dañando tu organismo.
